TRENEANDO

40 pasajeros del tren argentino accidentado recurren al juez que excarcela al maquinista

18 junio 2013

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Justicia. Cuarenta pasajeros del tren que colisionó el pasado jueves en la periferia de Buenos Aires y causó tres muertos y 315 heridos han denunciado ante el juez a los responsables de las concesionarias de la línea accidentada. Un magistrado ha decidido poner en libertad al maquinista del convoy siniestrado que fue ingresado en prisión horas después de ocurrida la tragedia. El siniestro ocurrió en la localidad de Castelar, a unos 30 kilómetros de la capital argentina, cuando una formación que circulaba con destino a Moreno, en la línea de Sarmiento, embistió por detrás a otra que estaba parada en las vías.

El abogado del grupo de 40 pasajeros, Gregorio Dalbón, solicita que se cite a declarar a Aldo Benito Roggio (empresa Metrovías) y Gabriel Romero (Ferrovías). El letrado representa también a víctimas de la tragedia ferroviaria de Once, ocurrida en la misma línea de Sarmiento a principios de 2012 que ocasionó 51 muertos y más de 700 heridos, en el juicio que sentará en el banquillo a los exsecretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, entre otros.

El escrito presentado alega que los empresarios que explotan la línea férrea donde ocurrió el hecho son “penalmente responsables” debido a que el mismo pudo haberse derivado de un fallo injustificable en el sistema del tren que embistió al otro. Además de solicitar que Roggio y Romero acudan a declarar, los querellantes piden que se les impida la salida de Argentina y que se investiguen las cuentas de Metrovías y Ferrovías.

En la investigación judicial que se lleva a cabo para aclarar las causas de accidente, declaró ante el juez el domingo Daniel López, el maquinista del tren que embistió contra la otra formación detenida en las vías. López asegura que “fallaron los frenos”, un argumento que contrasta con la versión del ministro argentino de Transporte, Florencio Randazzo, quien afirmó tras el accidente que el tren “tenía frenos nuevos” y apuntó a un error humano. López ha abandonado en las últimas horas la prisión.

“Recuperó su libertad pero sigue en la causa como imputado“, dijo a la prensa Horacio Caminos, dirigente del gremio ferroviario La Fraternidad. El otro maquinista, conductor de la formación siniestrada mientras estaba detenida a la espera de un cambio de señal, había sido liberado el viernes por “falta de mérito”.

Según la abogada defensora de López, Valeria Corbacho, el maquinista dijo en su declaración que “cuando intenta frenar, el freno no le responde; vuelve a intentar frenar, utiliza el botón de emergencia y tampoco el freno se activa”. “López es una persona que maneja con todas las precauciones, muy sosegada“, dijo al canal de televisión TN al describir a su cliente.

El sábado el presidente de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Ariel Franetovich, sostuvo que “no hay ninguna evidencia física ni mecánica de que el conductor haya intentado frenar la formación”.

El ministerio de Interior y Transporte divulgó fotografías de los mandos del tren luego del impacto con las que intenta sostener que los frenos no fueron activados, registros que fueron presentados ante la justicia como documentación probatoria. “Como quedaron los comandos después de las maniobras no es indicativo de nada. El tren tenía fallas intermitentes“, sostuvo la abogada Corbacho.

Tras el accidente de 2012 el gobierno anunció el cambio de todos los coches de las líneas Sarmiento y Mitre (que unen la periferia norte con la Capital), en pésimas condiciones, por unidades que serán fabricados en China y estarán operativos en 16 meses.

El Gobierno de Cristina Fernández asumió la gestión de la línea tras la tragedia de Once y prometió una “revolución del transporte”, pero el nuevo siniestro ha reavivado las críticas por el precario estado del sistema ferroviario en Argentina. La red de ferrocarriles argentina era la más avanzada de Latinoamérica en la primera mitad del siglo XX. Pero hoy en día, su decadencia es más que evidente y acusa la obsolescencia de los trazados y los trenes.

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