(17/12/2012) El viaducto sobre el río Júcar tiene 562 metros de longitud total y está formado por once vanos de diferentes luces, la máxima de neventa metros. Además, los estribos y pilas del viaducto tienen por objetivo respetar la vegetación existente y se han instalado pantallas para proteger a las aves.
La construcción de viaductos sobre ambientes protegidos, como son las riberas de los ríos, viene condicionada por la declaración de impacto ambiental, que obliga a que el diseño y la construcción del viaducto respeten en todo momento la vegetación de la ribera.
A juicio del jurado, la calidad estética y constructiva de esta estructura viene avalada por la simplicidad en su concepción y diseño geométrico, aunando el objetivo de construcción de un viaducto, con los requerimientos exigidos a los elementos estructurales de las obras de alta velocidad y el cumplimiento de las prescripciones y de restauración paisajística.
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Vista del viaducto. Foto Siegrist y Moreno.
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Otras infraestructuras premiadas
Las infraestructuras desarrolladas por Adif en la construcción de nuevas líneas de alta velocidad han recibido distintos premios y galardones, que han reconocido su calidad técnica, singularidad, diseño o respeto al medio ambiente.
Así, el viaducto del Ulla, en Galicia, recibió el Premio Acueducto de Segovia por su importancia técnica y por el grado de protección ambiental logrado durante su construcción y el tramo embalse de Contreras-Villargordo del Cabriel de la línea de alta velocidad Madrid-Levante recibió el Premio Construmat 2011 de Ingeniería Civil.
Asimismo, el Premio de Ingeniería otorgado por la Asociación Científico-Técnica del Hormigón Estructural se concedió a la ampliación del complejo de Atocha-Fase 1, en la categoría de Edificación, y al viaducto del Ulla, en la categoría de Obra Civil.
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Esquema del viaducto. Fuente Siegris y Moreno.
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