Adjudicada la reparación del TER 591-097 para el proyecto Translozoya | |||
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Los talleres de ARMF en Lleida han sido adjudicatarios del encargo por parte de Galsinma |
El Grupo de Acción Local Sierra Norte de Madrid ha aprobado ayer miércoles en su sede de Cabanillas de la Sierra la adjudicación a la Asociación para la Reconstrucción de Material Ferroviario los trabajos para la reparación y puesta a punto, para su operación comercial, del tren Ter 597-010. Este tren, correspondiente al parque de material preservado de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, y custodiado hasta ahora por Asvafer, circulará esta próxima primavera por el ferrocarril Madrid-Burgos en el tramo Chamartín-Robregordo.
(05/09/2013) Por un importe levemente inferior a los 235.780,60 euros, la cantidad que venía recogida en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del pasado lunes 29 de julio, la empresa la Asociación para la Reconstrucción de Material Ferroviario, más conocidas en el mundo del patrimonio histórico por sus siglas ARMF, será la responsable de la reparación mecánica y rehabilitación estética del TER 597-010. El tren estaba adscrito a la colección de material preservado del Museo del Ferrocarril de Madrid, que había cedido su custodia y conservación a la Asociación Vallisoletana de Amigos del Ferrocarril, también más conocida por sus siglas, ASVAFER.
Fuera de servicio desde el año 1993, Asvafer lo había venido manteniendo en orden de marcha, y realizando varios viajes, hasta que una avería mecánica de cierto calado impidió su circulación. El tren tuvo una avería en su turbocompresor durante un viaje, su último viaje, y posteriormente sufrió otra avería en el inversor de marcha en un movimiento interno en talleres.
ARMF, según indica el pliego de la licitación ayer aprobada, deberá acometer los trabajos de reparación de caja, motor diésel y transmisiones, reparación de rodaje y suspensión, elementos auxiliares bajo bastidor, frenos, electricidad, sistema de aire acondicionado, interiorismo, chapa y pintura, pruebas en vía y elaborar el plan de mantenimiento prescrito por el Ministerio de Fomento para todos los vehículos históricos que circulen por la Red Ferroviaria de Interés General. Los poco más de 235.000 euros por los que se han adjudicado estos trabajos deben ser suficientes para que el tren esté dispuesto para rodar en un plazo no superior a los seis meses.
La cabina del Ter, a la espera de volver a controlar sus motores |
Por qué un TER
El proyecto apostó por este vehículo por su valor histórico, su vinculación a este trazado ferroviario, su facilidad de operación al ser un automotor bicabina, y el contar con un furgón que podría ser muy útil para el acarreo de bicicletas. El proyecto plantea un recorrido en este tren los fines de semana, con en principio un tren los sábados y otro los domingos. Si la demanda fuera alta se podría plantear una segunda circulación cualquiera de estos días.
A falta de cerrar el diseño del producto, los promotores contemplan una oferta global, con recorridos desde las estaciones que van jalonando la ruta, incluyendo opciones como, por ejemplo, la comida. Otra de las ofertas tipo, y para eso será especialmente útil el furgón del TER, es el billete deportivo.
La Sierra Norte es un espacio donde el senderismo o las rutas en bicicleta de montaña tienen un especial potencial. Para ello, especialmente para los ciclistas, habrá un billete que les permita subir en el tren y bajar por sus medios hacia cualquiera de las demás estaciones por las que el tren haga el recorrido de vuelta, embarcando de nuevo en el sitio que más les plazca en función de sus capacidades, intereses y el horario previsto por el tren.
La triste suerte del Madrid-Burgos
Algunos de los alcales de la zona junto a Carlos Abellán, director del Museo del Ferrocarril |
El ferrocarril Madrid-Burgos es una línea que, actualmente, carece de cualquier circulación desde Soto del Real hasta Aranda de Duero. Ya desde comienzos de siglo los tráficos por esta línea se habían reducido de manera drástica. Si en un principio, cuando se inauguró la línea en 1968 por ella se habían canalizado los trenes directos hacia el País Vasco y Francia, además de varios servicios regionales y casi cercanías en el tramo madrileño, las expectativas iniciales se fueron truncando con los años.
La lejanía de las estaciones a los pueblos hizo que los tráficos locales fueran, progresivamente, captados en gran medida por automóviles y autobuses. La línea languideció hasta quedar un solitario tren, un Talgo de composición reducida y escasísimo éxito: la diferencia de costes y el alto tiempo de recorrido hacían que no fuera nada competitivo.
En febrero de 2010 un desprendimiento provocó un accidente del tren, que no volvió a circular más. La línea mantenía un ocasional tráfico mercante y de pruebas hasta que en febrero de 2011 un nuevo y decisivo derrumbe, en el interior el túnel de Somosierra, provocara la suspensión definitiva de tráfico.
Actualmente en su sección sur sólo hay trenes de Cercanías hasta Colmenar Viejo, con propuestas de ampliación más al norte pero sin planes concretos. Hay algunas circulaciones mercantes hasta las instalaciones de Sotoferro, cerca de la estación de Soto del Real. Por la zona norte hay ocasionales tráficos mercantes entre Burgos y Aranda, y opciones de recuperación mercantes hasta un nuevo polígono industrial arandino.
(FUENTE VIA LIBRE)