GQ

3 enero 2013

CÓMO LIGAR EN EL TREN

*El escenario más romántico posible puede ser el lugar idóneo para conocerla

2 enero 2014

LUCÍA TABOADA

 

Foto: "Antes del amanecer" (Richard Linklater, 1995)

El tren es un escenario ideal para ligar por su brevedad, anonimato y ese aura romántica que siempre le ha acompañado, de paisajes que se concatenan entre la luz apolillada. Lo mejor es que en la mayor parte del cortejo no hay riesgo de escapatoria. Y si el tren elegido es el que une Madrid con Galicia incluso tienes varias semanas para llevar a cabo con éxito la conquista. 

Estos son los pasos que debes seguir:

1. Búscala. 
Lo más probable es que te haya tocado sentarte al lado de una persona de edad avanzada ávida de compartir experiencias personales, o un adolescente ávido de compartir experiencias personales por teléfono con una tal “tía”. Según la Ley Ferroviaria, y del mismo modo que ocurre en el metro, por convenio también habrá un niño que llora en tu vagón, una señora con el sonido de las teclas del móvil activado, un pasajero que conversa con voz MUY ALTA, y mucha gente de UPyD. Pero entre todas esas personas con las cabezas postradas en sus smartphones, entre pasajeros soñolientos, entre musitados “qué mierda de auriculares” estará ella. La chica que lee a Pérez-Reverte.

2. Procede a sentarte a su lado. Debes convencer a la persona que le acompaña para que te ceda su asiento.  Utiliza tus mejores tácticas de persuasión dialéctica como un billete de diez euros. 

3. Si te pregunta a qué viene el cambio, culpa a la herencia socialista.

4. Inicia una conversación. Es la parte más difícil. Tienes que ser ingenioso pero a la vez natural.

-¿De dónde vienes?
Fatal. ¿De dónde va a venir alma de cántaro? Acabáis de salir de Atocha hace cinco minutos. Repetimos.

-A ver qué película nos toca hoy…jeje. La última vez me pusieron Lo Imposible. Qué triste es. Yo lloré.
Por Dios, ¿eso es lo mejor que puedes hacerlo?

-Qué mala es la web de RENFE.

Bueno ahí ya mejor. Todo el mundo está de acuerdo en eso. 

5. Una vez entablado la conversación con éxito, y si notas cierto feeling, propónle ir al vagón restaurante como ocurre en la película 'Antes del amanecer'.  Espera, ¿AL VAGÓN QUÉ, JAJAJAJA? A la cafetería del tren. 

6. Como efectivamente has visto 'Antes del amanecer' se te ha pasado por la cabeza esta escena: 

-Tengo una idea loca, pero si no te pregunto me arrepentiré por el resto de mi vida.
-¿Cuál?
-Quiero seguir conversando. No sé cuál sea tu situación, pero siento que tenemos una conexión. -¿Sí? Sí, yo también.
-Genial. Ésta es la idea. Bájate conmigo y visitemos la ciudad. Si resulto ser algún psicópata te subes al siguiente tren. Piénsalo de ésta manera: Imagínate dentro de 10 o 20 años, ¿sí? y estás casada. Pero tu matrimonio no tiene la energía que solía tener. Culpas a tu esposo y piensas en los hombres que conociste en tu vida y lo que podría haber pasado si te hubieras quedado con uno de ellos. Bueno, yo soy uno de esos hombres. Considéralo como un viaje por el tiempo del futuro hacia ahora para saber lo que te perderás. Sería un favor enorme para ti y para tu esposo descubrir que no te perdiste nada. Sólo soy un fracasado igual a él. Así que elegiste bien y estás muy feliz.
-Está bien, iré por mi equipaje.

 

7. Venga, inténtalo tú.

-Se me ha ocurrido una idea…
-¿Cuál?
-Quiero seguir hablando contigo. No sé si tienes novio, vamos, pero siento que tenemos una conexión…
-Wifi no hay desde luego. Y el 3G se va todo el rato. 
-Jajaja, ¿Eres tuitera? Mira, bájate conmigo y visitemos la siguiente ciudad en la que pare el tren. Si resulto ser algún psicópata te subes al siguiente tren. 
-La siguiente parada es Tembleque.


8. Bájate en Tembleque. 
Si accede es que está totalmente por ti. Si no accede quedarás como un sensible cinéfilo y algún punto extra te llevarás. Quedémonos con el primer caso, la epopeya romántica definitiva. Pasea con ella por sus pedregosas calles. Visita la Ermita del Cristo del Valle. Entra en el primer bar de viejos que veas, emborrachaos y que pase lo que tenga que pasar. 

9. Antes de la despedida dile que te gustaría volver a verla en el mismo lugar dentro de seis meses, como en la susodicha cinta. 

-Hombre, romántica la idea es... Pero si los dos vivimos en Madrid, ¿podremos vernos antes no?
-También es verdad.

 

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