CAMBIO 16 DIARIO DIGITAL

La mafia del carbón

Manuel Domínguez Moreno, PRESIDENTE-DIRECTOR

Un juzgado de Ponferrada (León) ha imputado por posibles delitos de fraude en las subvenciones al carbón a seis empresas y doce empresarios de la minería, entre ellos Victorino Alonso, conocido como el "emperador del carbón", a quien entre los mineros se conoce como "don Vito Carbone"

El Juzgado de Instrucción nº 5 de Ponferrada (León) ha acordado imputar por posibles delitos de fraude en las subvenciones al carbón a seis empresas y doce empresarios de la minería, según información facilitada por elTribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Los hechos por los  que se les imputa son que solicitaron durante los años 2007 a 2012, ambos inclusive, subvenciones al Ministerio de Industria, gestionadas por el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, por lo cual recibieronanualmente diversas cantidades.

En este proceso, a juicio del instructor, aparecen indicios racionales de criminalidad contra las socieda- des y sus administradores por haber obtenido las subvenciones o ayudas de las administraciones públicas falseando las condiciones requeridas para su concesión u ocultando aquellas que hubiesen impedido recibir tales ayudas.

Las seis sociedades imputadas son Carbones Arlanza, S.L, Alto Bierzo, S.A, S.A, Hullera Vasco-Leonesa, S.A, Hijos de Baldomero García, S.A, Coto Minero Cantábrico, S.A y Unión Minera del Norte,estas dos últimas del empresario Victorino Alonso. El Juzgado de Instrucción número5 de Ponferrada inició la investigación sobre los posibles hechos delictivos en julio de 2013, ante las denunciasformuladas por el Ministerio Fiscal sobre un presunto delito de fraude de subvenciones. ¿Cómo llegó Victorino Alonso a primer minero de España? ¿Cómo es posible que puedan desaparecer más de 500.000 toneladas de carbón por el efecto de la lluvia y el aire?

¿Cómo se puede vender como carbón nacional, subvencionado, mineral que viene de países del Este, adquirido a precios mas bajos? y, por último, ¿cómo es posible que tras numerosas actuaciones de la Guardia Civil, la fiscalía, Hacienda y denuncias múltiples, nada, o poco, haya pasado? Si se quiere encontrar la solución a este enigma hay que mezclar un empresario desaprensivo y sin escrúpulos, un sistema de subvenciones que políticos, igualmente sin escrúpulos, manejan a su antojo, un grupete de colegas del Partido Socialista de Castilla y León, facción leonesa, y una caja de ahorros, Caja España, y se obtendrá el primer grupo minero de España, el Grupo Victorino Alonso cuyo buque insignia es Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP).

Hasta aquí nada especialmente relevante, más de lo mismo de lomucho que ha ocurrido en España en los últimos años, sobre todo en el ladrillo, y con la eficaz, inmoral y presuntamente ilegal financiación de algunas cajas de ahorro, como ocurrió en el caso MSP. Pero, ¿cómo ha sido posible todo esto? Victorino Alonso, “don Vito Carbone”, un “hombre hecho a sí mismo” (es hijo de un empresario de la minería) como declaraba a los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil en 1995, cuando andaban detrás de su patrimonio, tras declararse insolvente para afrontar el pago de la manutención de su ex mujer y sus hijas, manifestó también que tan solo poseía un ciclomotor con más de diez años sobre sus ruedas.

Además, eso sí, de un revólver marca Astra, calibre 38 con número de serie 433445, según la Intervención de Armas de la Guardia Civil, ylicencia para su uso como vigilante jurado. Su segunda esposa, MaríaMorán, también poseía licencia de armas. En realidad, ya entonces era uno de los principales empresarios de España, y el primero de la minería privada del carbón. Para entonces era propietario de un total de 39 empresas, dirigidas a través del Grupo Geva y con actividades en la minería, la madera, energía eléctrica, televisión local, proyectos tecnológicos, import-export, además de empresas en Uruguay, Ucrania y en Delaware (Estados Unidos), que es el único que permite albergar empresas fantasmas. 

Alonso manifestó que en todas intervenía sin cobrar un duro. Los investigadores también “le pillaron” un Lamborghini y un Mercedes. A propósito de los procedimientos empresariales de Alonso, el directorgeneral de la Energía en el Gobierno de Aznar, Nemesio FernándezCuesta, exponía ante una comisión del Congreso de los Diputados lo siguiente: “Lo que es difícil de entender es que un grupo de empresas mineras que en 1966 ingresó en conjunto 50.000 millones de pesetas pierda 264 y, además, con unos recursos propios de 10.000 millones.
(…) y además siga en una política expansiva de adquisición de nuevas empresas mineras; o bien se tiene un fe ímproba en el negocio de la minería en el que, como hemos sabido, la norma comunitaria marca un descenso
de actividad, o bien se obtienen los ingresos por otras vías”.

Esa es la clave, “otras vías”, como el carbón de fuera, el carbón mezclado con sedimentos, hecho que denunció Unión Fenosa, o habilidad y buenas relaciones para conseguir subvenciones y líneas de crédito de entidades o instituciones gobernadas por amiguetes. O, también, jugar con la nómina de sus empleados y la tensión que esto crea, de sobra conocida en las cuencas, y así provocar ayudas públicas. Los mineros de la comarca minera de Laciana, agrupados en torno al Frente Solidario Laciana-Bierzo, ven en la figura de Vitorino Alonso al causante de buena parte de sus males, y al corresponsable de su situación actual.

El empresario minero, que también es presidente de la patronal minera del carbón en España (CARBUNION), está rodeado de escándalos y operaciones turbias por sus gestiones. No es una cuestión reciente. Aunque el escándalomás sonado fue la misteriosadesaparición de la noche a la mañana de nada más y nada menos que 500.000 toneladas de carbón, lo cual justificó argumentando que la lluvia y el viento se las habían llevado. Una erosión natural, dijo. Sin embargo, recibió las subvenciones correspondientes del Gobierno por el carbón “que se llevó el viento”.

Profundizando más en el tema de las subvenciones que recibió, y con las que no pagaba los sueldos de los trabajadores de la mina, encontramos varias versiones. En la opinión de los propios mineros, el empresario retenía los sueldos como un arma arrojadiza y como un chantaje contra el Gobierno y contra la Comisión Europea, con la intención de alentar las protestas sindicales y conseguir aún más subvenciones. Las cifras no dejan mucho margen a la duda: recibió 367 millones de euros en ayudas públicas, lo que supone que tocaban a 141.000 eurospor cada uno de los 2.600 mineros que tenía contratados.

También se pronuncian al respecto varias organizaciones ecologistas, que denuncian la cuestión preguntando si “¿acaso el Gobierno español se debe dejar presionar por un empresario como ‘Don Vito Carbone’, que tiene en su haber innumerables denuncias por irregularidades y atropellos ambientales a causa las actividades extractivas de la minería?” “¿Es que no sabía el gobierno de ZP que este empresario paisano del Presidente ZP ha tenido una sentencia condenatoria que le obliga a pagar por fraude en la calidad del carbón?

¿No sabía el entonces presidente de gobierno que sus actividades mineras a cielo abierto están acusadas de numerosas ilegalidades e incumplimientos de las leyes ambientales europeas, y que han sido denunciadas por la propia Comisión Europea ante el mismo Tribunal Europeo de Justicia? ¿Y cómo es posible que ningún medio de comunicación importante le haya dedicado aún una mínima investigación periodística sobre la oscura trama que rodea a este personaje de la ‘mafia minera’ y sobre sus relaciones con políticos relevantes?”

Amigos del alma

El alcalde de León, Emilio Gutiérrez, y el expresidente de FEVE, Ángel Villalba.

Victorino Alonso es especialmente hábil para hacer amistades entre los políticos, sobre todo entre los socialistasy en los períodos de mandato de Felipe González y el del leonés José Luis Rodríguez Zapatero (este último telefoneaba con frecuencia el empresario leonés) bajo cuya administración, de ambos, creó su imperioempresarial. Pero sabe ser agradecido y por ello recoloca en sus compañías a los altos cargos que le
ayudaron. Por ejemplo Juan Antonio Martín Moreno, uno de sus testaferros, que venía de ser subdirector general
de Minas en el Gobierno de González. 

Aunque el sobresaliente se lo lleva otro leonés, Ángel Villalba, envuelto ahora en varias causas contra él por su gestión en Ferrocarriles de Vía Estrecha, FEVE, durante el mandato de Zapatero. Villalba, secretario general delPSOE de Castilla y León de 2000 a 2008, era el presidente de Caja España cuando esta entidad le concede, en horas, un crédito de 1.000 millones de pesetas para adquirir Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), la primera empresa minera de España, propiedad hasta entonces del conde de los Gaitanes. Pero lo más curioso es que era la propia caja castellanoleonesa quien adjudicaba MSP. Yo me lo guiso, yo me lo como. Con el tiempo, cuando dejó la caja, Villalba fue nombrado consejero de MSP, un cargó muy bien remunerado, que desempeñó de 1996 a 2000 y que dejó para ser senador, antes de marchar a los trenes. Pero Villalba no dejó por esto su amistad con el minero agradecido.

El 10 de junio de 2005 se firmó un convenio entre el Ayuntamiento de Villablino (León, siempre León), y MSP por el que la Corporación otorgaba a esa empresa cinco licencias y autorizaciones para explotaciones mineras a cielo abierto en muy buenas condiciones. Testigos de esa firma fueron tres senadores del PSOE, Miguel Martínez, la propia alcaldesa de Villablino, senadora a su vez y, como no, Ángel Villalba, el tercer tribuno. Organizaciones
ecologistas e incluso la agrupación del PSOE en Laciana, población cercana, se opusieron a esta concesión, por lo que fueron expulsados del partido vía fax procedente de Ferraz.

Pero hubo todavía algo más en ese pueblo. Tiempo después, otro alcalde socialista, Guillermo García y Victorino Alonso, fueron imputados por un delito de cohecho tras la firma entre ambos de un convenio para laexplotación de otra mina a cielo abierto, sin contar con licencia para ello. También defendió a Alonso el que en aquellos tiempos era director general de Minas, Alberto Carbajo, quien ante los instructores de una las causas, algo que favorecía al empresario leonés, y que tenía que ver conpartidas de grano que no figuraban en las cuentas del grupo. “Lo molían todo”, dijo un Carbajo nervioso. Otra más.

Ese informe contenía graves acusaciones sobre irregularidades fiscales o financieras, pero el Ministerio de Industria, gobierno de González, renunció a continuar con elexpediente. En cuanto al carbón ucraniano, el truco está en adquirir el mineral en ese país y venderlo en España como de origen nacional y así cobrar la subvención que el Estado otorga por la diferencia entre el coste real y el coste social. Nada más, ni nada menos, que 87,75 millones de euros, según consta en el sumario del caso “mina de La Camocha”, por el que se vendió presuntamente a Hidroeléctrica del Cantábrico carbón foráneo y extraído a cielo abierto, como de origen propio.


Desaparecen 500.000 toneladas 
Aunque el caso más “brillante” de la trayectoria de este empresario es el de la desaparición de 528.214 toneladasde carbón, por valor de 46 millones de euros, que la empresa estatal Hulleras del Norte, S.A. (HUNOSA) había depositado en instalaciones de Alonso. Éste manifestó ante la instrucción judicial que esa enorme cantidad de mineral había desaparecido por efecto de la “lluvia y el viento”, procedimiento judicial que se inició a partir de la querella presentada por la entidad pública. Sí es cierto que tanto la lluvia, como el viento, erosionan y producen lo que llama la “merma del carbón”, pero que estos dos elementos naturales acaben con semejante cantidad decarbón produce el sonrojo y la hilaridad.

Sorprendentemente, y de nuevo otra vez, la juez titular del Juzgado de Instrucción número uno de Cangas de Narcea, Núria Álvarez Posada, acaba de ordenar el sobreseimiento provisional de la querella presentada por Hunosa al no concurrir los elementos necesarios para que pueda contemplarse una estafa y porque los hechos denunciados no han sido “debidamente acreditados”. 

En cuanto a la última imputación judicial, fuentes de la compañía minera han explicado que Uminsa ha actuado con “total transparencia” en el proceso que regula la concesión de las subvenciones por lo que no existe “ningún tipo de irregularidad” y que prepara ya un recurso contra la decisión. Las mismas fuentes han recalcado que Uminsa ha cumplido “a rajatabla” todos los requerimientos del Ministerio de Industria respecto al cobro de unas ayudas que, además, están “muy controladas” por el propio ministerio. “Esta imputación no procede porque está todo muy controlado y muy claro y la empresa ha cumplido con todos los requisitos”, han apuntado desde Uminsa al respecto.

Asimismo, han explicado que existen unos “márgenes de tolerancia” en los objetivos de producción de carbón de las empresas. Dichos márgenes permiten que esta producción sea menor a la inicialmente asignada sin que esto repercuta en las ayudas que recibe cada compañía. Los márgenes varían anualmente en cada convocatoria y así, por ejemplo, en el año 2011 fueron de un 35% mientras que en el 2010 se limitaron al 10%. Las mismas fuentes de la empresa consultadas han subrayado, asimismo, que Uminsa cuenta con varias unidades de producción tanto de interior como de exterior “dispersas” en diferentes comunidades autónomas que, sin embargo, “no se ha tenido en cuenta”.