En el mundo actual todo sucede a un ritmo frenético. La inmediatez de los acontecimientos, multiplicada por la expansión de las nuevas tecnologías, ha posibilitado una espiral que engulle con demasiada facilidad cualquier experiencia vivida. Apenas queda tiempo para contemplar el paisaje. Se camina de un sitio a otro sin saber que es realmente lo que depara el camino. Multitud de anécdotas, costumbres o detalles pasan desapercibidos a ojos de los viajeros, presos de una especie de mal endémico al que en pleno S.XXI algunas iniciativas tratan de poner fin.

Es el caso del Al Andalus. Considerado uno de los trenes turísticos más lujosos del mundo, sumerge al pasajero en un evocador viaje ambientado en la «Belle Époque» con todo tipo de servicios y atención personalizados. Su atractiva oferta de exclusividad, gastronomía e interesante abanico de destinos colocan a esta joya ferroviaria a la altura de cualquier hotel de cinco estrellas, con la gran ventaja de poseer un recorrido itinerante por vía terrestre. Una cualidad que lo hace único, permitiendo la visita de distintos lugares con todo tipo de comodidades.

 

 

Este «palacio» sobre raíles fue inaugurado por Renfe en 1985, con el objetivo de mostrar al mundo el incalculable valor turístico de Andalucía. Sus cuatro salones, construidos entre 1928 y 1930, repartidos en dos coches-restaurante, Alhambra y Gibralfaro; un coche-salón de té, Medina Azahara; y un coche-bar, Giralda, conforman la espectacular galería de zonas comunes donde los viajeros podrán desempañar su día a día de la forma más placentera.

Cuenta además con siete coches suites que albergan 32 confortables habitaciones para un total de 64 huésped. Cabe resaltar que cinco de estos vagones fueron construidos en Francia a finales de la década de 1920 para facilitar los desplazamientos de los miembros de la monarquía británica desde la ciudad gala de Calais hasta la Costa Azul. Como el tiempo transcurre para todos, el Tren Al Andalus se ha remodelado recientemente con la idea de incorporar avances técnicos que faciliten la vida a bordo, sin alterar un ápice su estilo original en cuanto a decoración y atmósfera.

Rodrigo Hilario, Director de Estrategia y Renfe Viajeros, explica la importancia de este proyecto, «probablemente el Al Andalus, junto con el Transcantábrico, son los dos trenes que en el ámbito turístico representan el máximo exponente. Los dos se caracterizan en primer lugar por su componente histórico, sin ir más lejos el Al Andalus data de 1920. Y en relación a lo anterior, también por su valor patrimonial que representa el hecho de llevar a cabo un viaje en pleno Siglo XXI dentro de coches y habitaciones de aquella época».

SORPRESAS EN EL NUEVO CURSO

Hace apenas unos días echó a rodar la nueva temporada turística de sus convoys más lujosos con dos novedades principales: una mayor oferta comercial, ajustada a diferentes tipos de necesidades, e implantación de nuevos recorridos. «Con estas opciones, ofrecemos por un lado la accesibilidad y flexibilidad de viajar en un tren de estas características teniendo la oportunidad este año de reservar de forma anticipada el tipo de viaje que más se ajuste a las necesidades del cliente. Y por el otro, la apertura de nuevos trayectos, unido a la consolidación de los ya existentes», explica Hilario.

Las tarifas del Al Andalus abarcan desde los 2.040€ por persona para 4 días y 3 noches en temporada baja, hasta los 3.740€ por persona para 6 días y 5 noches en temporada alta (viajes que inician su salida en mayo, junio y septiembre). Aparte de un confortable alojamiento, el billete incluye una exquisita propuesta gastronómica, así comodesplazamientos en autobús y guías personales para las diferentes excursiones programadas que tengan lugar fuera de las vías. Tambiénlleva aparejado los trayectos necesarios en AVE o Alvia, en clase Preferente, para traslados y acercamientos. A todo ello hay que sumar la posibilidad que ofrece Renfe de reducir sustancialmente la tarifa a todos aquellos que reserven entre seis y cuatro meses de antelación.

ATENCIÓN PERSONAL LAS 24 HORAS

A bordo del Al Andalus se crea una perfecta comunión entre el pasaje y la tripulación. La convivencia durante cada recorrido recuerda a un tranquilo y sosegado «Gran Hermano», donde el buen trato y la atención personalizada son cualidades básicas para el funcionamiento del tren. «La recepción está a disposición del cliente las 24 horas. A través del teléfono que hay en cada habitación, los pasajeros tienen la seguridad de que sea la hora que sea siempre van a poder contactar con alguien. También en la programación diaria que se les entrega con las actividades previstas, está mi teléfono para que puedan llamarme en cualquier momento», resume con acierto la guía del tren, Carolina Pereña.

De igual forma el servicio de cafetería está disponible siempre que sea preciso, recuerda Celia Vicente, miembro del equipo, «estamos a disposición del pasajero en cualquier momento. Aunque no suele ser lo habitual, tienen la opción de pedir la consumición a través del teléfono y esperar en su habitación a que se la sirvamos». A pesar del encanto que guarda el viaje, no hay que olvidar las condiciones especiales de trabajar en movimiento, «al principio cuesta un poco acostumbrarse a servir, pero existen una serie de trucos como llevar las piernas separadas para mantener mejor el equilibrio o tener siempre un apoyo», añade Vicente, sin perder un ápice de amabilidad.