TRENEANDO  

El metro de Barcelona cumple 85 años

Diciembre 30, 2009

La red metropolitana de Barcelona celebra aniversario. Tal día como hoy hace 85 años comenzó el servicio de viajeros del suburbano de la ciudad condal. Conforma la segunda red más extensa de España, después de Madrid, y desde hace unas semanas es el primer metroplitano que cuenta con dos líneas totalmente automatizadas, las líneas 9 y 11. Con 152 estaciones y 113 kilómetros de extensión, la red barcelonesa tiene ciertas peculiaridades ya que si bien la línea 1 tiene el ancho de vía de 1.674 milímetros (antiguo ancho ibérico) en el resto de las líneas es de 1.435 milímetros (internacional).

La actual red de metro de Barcelona procede de la unión de dos antiguas compañías privadas que operaron por separado hasta bien avanzado los años cincuenta, cuando se unieron en una sola de carácter público por razones político-económicas. Pero no ha alcanzado su notoriedad hasta hace unos años, tras conseguir la total integración de Metro de Barcelona con las líneas urbanas de FGC, ya que esta compañía posee tres líneas de ferrocarril subterráneo (además de diversas líneas interurbanas) totalmente equiparables a las líneas explotadas actualmente por Metro. Así, finalmente, se ha creado una red con diez líneas de ferrocarril metropolitano totalmente integradas tanto en servicio como en tarifas. A la integración tarifaria también se ha sumado Renfe.

El primer tramo del Metro de Barcelona se inauguró el 30 de diciembre de 1924 entre Catalunya y Lesseps (lo que ahora forma parte de la línea L3). El Gran Metro se extendió pronto hasta Liceu y Correus (estación que estaba situada entre Jaume I y Barceloneta) formando una línea con dos ramales que se bifurcaban en la estación de Aragón (ahora Paseo de Gràcia). Sin embargo, hay que remontarse catorce años atrás (1907) para conocer los primeros proyectos que se idearon en la ciudad para construir una red de ferrocarril metropolitano. En esa época ya se propuso la construcción de una línea subterránea entre el puerto y la parte alta de la ciudad con un ancho de vía de 1.435 milímetros. Plan que sólo se hizo posible llevar a la práctica a mediados de la década de los veinte.

Un segundo proyecto se concibió en 1912 para unir, mediante un ferrocarril subterráneo, las principales estaciones de tren existentes en aquél momento en Barcelona. De ahí que se pensara en construir el nuevo transporte con un ancho de vía de 1.672 milímetros el mismo que el de la red ferroviaria convencional española. Esto le convierte en una de las líneas de ferrocarril metropolitano más anchas (tanto de cajas como de vía) del mundo. El Metro Transversal (ahora L1) empezó a funcionar en 1926 entre Bordeta (entre Mercat Nou y Santa Eulàlia) y Catalunya. Con los años la línea se extendió hasta Arc de Triomf (Estació del Nord) y más tarde a lo largo de la Avenida Meridiana.

Ambas compañías ampliaron sus líneas de manera independiente, y no fue hasta su unificación y municipalización en 1956, cuando se conectan las dos en la estación de Plaza de Cataluña, dando el primer paso para la construcción de una verdadera red de metropolitano. Los años sesenta sirvieron para prolongar la L1, alargar y modificar la L3, inaugurar los primeros cuatro kilómetros de la L5 y preparar la adecuación y la incorporación de la que más tarde sería la L4.

De 1975 al 1977, se ponen en marcha nuevos tramos de la L3, la L4 y la L5 que permiten comunicar Barcelona con los municipios de l’Hospitalet de Llobregat y Cornellà del Llobregat. Entre 1978 y 1982, la instauración de la Democracia permite al Ajuntament de Barcelona crear la entidad “Transportes Municipales de Barcelona” (TMB), para ofrecer un servicio de transporte público en el que la red de superficie y la subterránea se complementan.

El Metro de Barcelona será en los próximos años uno de los ferrocarriles de referencia del mundo. Desde hace unos días ha puesto en funcionamiento el primer tramo de la Línea 9, la primera en España cuyos trenes no tendrán conductor, y que cuando esté acabada, en 2014, se convertirá en la más larga de Europa con 47,8 kilómetros y 52 estaciones. Los trenes están controlados y programados desde el centro de mando ubicado en La Sagrera, un modo de conducción automática pionero en España que ya se utiliza en otras ciudades como París, Dubai y Singapur.

Los andenes cuentan con mamparas con puertas en el umbral de la zona de vías que incorpora un sistema coordinado con las puertas de los trenes, para que se abran y se cierren a la vez. La L9 será la primera línea con ascensores inteligentes, coordinado con las salidas y llegadas de los convoyes.

El primer tramo puesto en marcha comprende cinco nuevas estaciones con casi cuatro kilómetros de túnel y conectan los diferentes barrios de Santa Coloma, a la vez que permite a los usuarios conectar con la Línea 1 en Fondo. Inicialmente, los trenes circularán cada seis minutos, entre las 6 y las 22 horas.

El material móvil más moderno con que cuenta el suburbano de la ciudad condal corresponde a las unidades 9.000 que forman parte de la línea de trenes Metropolis de Alstom, y que fueron construidas para la línea 9, aunque tuvieron que ser puestas en servicio en el año 2006. También coexisten con unidades 6.000 (fabricadas por CAF y con una estética similar y las mismas prestaciones que los trenes 5000, pero adaptados a la vía de ancho ibérico) y 5.000 (también fabricados por CAF y que prestan servicio en la línea 5 y 6 en la L3, y en un principio, antes de la llegada de los 9000, en la línea 2). Las series 2.000 (construidas en 1992), 2.100, 3.000 y 4.000 (entregadas en 1997) tienen distintas unidades aún a pleno funcionamiento en algunas de las líneas del suburbano barcelonés.

(Fuente Wefer y Transporte Barcelona- Imagen de la Línea 9 Javierito92/Wikimedia Commons)

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