Un año más, los parámetros que miden la accidentabilidad se reducen
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El Plan de Accidentabilidad Cero consolida la tendencia de mejora
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El Plan pone en marcha para conseguir este objetivo, unas líneas de actuación que se centran en consolidar la cultura de prevención; reforzar los mecanismos de autocontrol del sistema de Gestión de Prevención de Riesgos Laborales (PRL); promover un enfoque integrado de la Seguridad y la Salud Laboral; llevar al ámbito externo, -a las empresas que trabajan para Adif- esta política preventiva; integrar las mejoras prácticas, y certificar el sistema de Gestión de Prevención.
Para desarrollar estas líneas de actuación se ha implantado una serie de programas que incluyen acciones formativas específicas en PRL; la realización de inspecciones y auditorías; celebración de jornadas sobre PRL y acciones concretas de comunicación y certificaciones.
Ejecución del Plan
En Plan de Accidentabilidad Cero es una acción que implica a toda la empresa y en el que deben participar todos sus integrantes, desde el nivel de dirección al operativo. La forma en la que se desarrolla el Plan contempla que en el ámbito de cada Dirección General y Dirección Ejecutiva se planifican y programan anualmente acciones específicas en materia de Prevención de Riesgos Laborales y se designa a los responsables de su desarrollo conforme a los objetivos establecidos en el Plan.
Periódicamente, en los Comités de Dirección de las distintas Direcciones Generales y Direcciones Ejecutivas se efectúa el seguimiento del desarrollo del Plan en su ámbito, adoptando las medidas oportunas para favorecer el logro de los objetivos previstos. Además, existe una Comisión de Seguimiento para velar por su cumplimiento a nivel global.
Evolución
Desde la implantación del plan en 2006, se ha producido un proceso de mejora continua que, lógicamente, se ha traducido en que los objetivos marcados no sólo se han alcanzado sino que, año tras año, han sido superados.
Para 2009, el objetivo fijado es lograr un Índice de Incidencia (número de accidentes/número de trabajadores x 1.000) de 24’54 un objetivo que se está mejorando en datos reales, ya que en los primeros 10 meses de este año se ha situado en el 21’52, lo que implica una reducción del 12’34 por ciento en relación al objetivo.
El comportamiento del Índice de Gravedad (jornadas perdidas/ horas trabajadas x 1.000) sigue la misma tendencia, ya que con un objetivo de 0’83 los resultados reales en los 10 primeros meses del año han quedado situados en 0’65, lo que supone una mejora del 21’69 por ciento frente al objetivo.
En 2006, 2007 y 2008 la evolución global de estos índices también fue positiva, ya que el Índice de Incidencia en 2006 fue de 34’14, lo que representó una mejora con respecto al objetivo de 1’96 puntos, mientras que en 2007, fue 28’93, mejorando lo previsto en 4’52 puntos. Por lo que se refiere a 2008, este Índice alcanzó un valor de 23’34 frente al 28’35 del objetivo, lo que representó una mejora de 5’01 puntos.
En relación al Índice de Gravedad, la evolución consolida la tendencia: en 2006 se alcanzó 0’99, una diferencia de 0’07 con respecto al fijado, mientras que en 2007 fue de 0’90 con el mismo nivel de mejora que el año anterior. En 2008 este Índice se situó en 0’80 cuando se había fijado como objetivo el 0’90, lo que supuso mejorar en 0’10 puntos.