TRENEANDO
Renfe se moviliza en el exterior para explicar que el accidente de Santiago no afecta al AVE
1 agosto 2013
La Alta Velocidad española es segura. Y ahora hay que atajar cualquier duda, máxime en el exterior. El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, ha afirmado que ya se han emprendido acciones a través de las embajadas españolas y de los servicios comerciales para explicar que el accidente de tren de Santiago de Compostela no ha sido un siniestro de la alta velocidad española. Gómez-Pomar ha indicado que ha habido una reunión de coordinación entre las empresas españolas presentes en el consorcio que va a presentar una oferta para construir el tren de alta velocidad en Brasil presidida por la ministra de Fomento, Ana Pastor. “Evidentemente nos preocupa explicar fuera de España que esto no es un accidente de alta velocidad y nos preocupa en Brasil y en aquellos otros países donde España y las empresas españolas tienen intereses ferroviarios“, ha dicho.
El presidente de Renfe ha avanzado que “muy previsiblemente” en los próximos días se producirán visitas para explicar a las autoridades de los distintos países “los términos de lo que ha sucedido e insistir en que es un accidente que ha ocurrido en una vía convencional”.
Entre las medidas emprendidas, ha señalado que ya se ha realizado una acción a través de las embajadas españolas y de los servicios comerciales en el exterior con cartas de Renfe, de Adif y del resto de empresas que están en el consorcio para dar cuenta de la situación.
Según ha recordado, el tren involucrado en el accidente funciona con tracción eléctrica y diesel y la línea cuenta con tramos electrificados con tensiones que no son las que utiliza la alta velocidad. “En definitiva, no estamos hablando de una línea de alta velocidad hasta que, esperemos que en 2018, toda la conexión entre Madrid y Galicia pueda discurrir por vías” de AVE, ha remarcado.
Las autoridades brasileñas estudian las explicaciones de Renfe sobre el accidente para decidir si autorizan la puja del consorcio español en la subasta de la que será la primera línea de alta velocidad del país. Según los pliegos de la Agencia Nacional brasileña de Transportes Terrestres (ANTT), el consorcio licitante debe presentar un documento denominado “Modelo 15″ en el que se tiene que acreditar que la empresa operadora del tren “no ha participado de la operación de cualquier sistema de TAV (alta velocidad) donde hubiese ocurrido un accidente fatal” en un periodo de 5 años.
El presidente de la estatal Empresa de Planificación y Logística (EPL), Bernardo Figueiredo, en declaraciones a los periodistas ha señalado que si son ciertas las explicaciones de Renfe, el accidente, en el que han fallecido 79 personas, “no haría inviable” la participación española en la licitación del tren que unirá Río de Janeiro y Sao Paulo.
El proyecto del tren de alta velocidad Río-Sao Paulo-Campinhas, el primero de América Latina, tendrá una longitud de 511 kilómetros, y se calcula que exigirá inversiones por cerca de 13.000 millones de euros (unos 17.177 millones de dólares).