Atraco al tranvía en la Curva de Gracia
En el suceso resultaron muertos el conductor y un estudiante
Gilberto Alemán
Santa Cruz de Tenerife
A las nueve de la noche del sábado día primero de septiembre de 1934, comenzaron a circular rumores en esta capital, de que en la carretera de La Laguna, en la Vuelta de Gracia, se había producido un criminal suceso.
De La Laguna, según era costumbre a esa hora, salieron a las ocho y media de la noche dos tranvías, el primero señalado con el número 15, que llevaba la recaudación del día, para quedarse en la estación de La Cuesta, y el otro, el número 13, que había de seguir viaje a Santa Cruz. Al llegar a la Curva de Gracia el conductor del primero observó que una piedra interceptaba la vía, al tiempo que salían cinco individuos, con los rostros cubiertos con pañuelos blancos -tres por la derecha y dos por el otro lado del tranvía- gritando que parara, y apuntando con sendas pistolas.
El conductor frenó y los atracadores le pidieron el dinero que llevaba en un saco, a sus pies. El conductor entregó el dinero a uno de los atracadores que subió a la plataforma mientras los demás no dejaban de apuntar con sus armas.
En ese momento, un empleado del tranvía, creyendo que todo había acabado, bajó del vehículo para retirar la piedra y en ese momento sonaron tres disparos. El conductor Guerra se agachó y una de las balas la recibió el estudiante Agustín Bernal, que iba a su lado, cayendo a la carretera herido mortalmente. Los atracadores ordenaron al conductor que siguiera viaje.
A continuación se acercaba el tranvía número 13, conducido por Luis García Panasco y Toledo. Al oír este el tiroteo paró en seco, siendo tiroteado el vehículo y muerto el conductor.
El estudiante Agustín Bernal cursaba sexto curso de bachillerato y preparaba su ingreso en Magisterio. El conductor García Panasco era soltero, tenía 34 años de edad y vivía en la Rambla de Pulido número 43.
El sepelio de las víctimas tuvo lugar al día siguiente, dos de septiembre, asistiendo el gobernador civil y los alcaldes de Santa Cruz y La Laguna así como compañeros del tranvía muerto y del estudiante y miles de personas que se sumaron al acto. La comitiva partió de la Plaza de San Cristóbal, en La Laguna e hizo su recorrido por la carretera general hasta Santa Cruz. Abrián la marcha quince tranvías así como las guaguas urbanas e interurbanas y centenares de taxis y automóviles particulares. Fueron detenidas varias personas y el juicio tuvo lugar meses más tarde.
Este hecho conmocionó a la isla entera, donde este tipo de delitos no se producían frecuentemente. Al juicio, que tuvo lugar en la Audiencia, en el edificio del actual Parlamento de Canarias, acudieron muchos curiosos que siguieron de cerca no solo el juicio sino las informaciones periodísticas que todos los días ocupaban un lugar destacado en la prensa tinerfeña.
Los viejos aún hablan del atraco al tranvía en la Vuelta de Gracia.