Fomento ha sido tradicionalmente el ministerio más inversor. Pero los rigores de la austeridad que propugna el Gobierno para cumplir con los objetivos de déficit han llevado a que la partida destinada a obras públicas haya menguado año tras años desde que empezó la crisis. 2014 no será una excepción. El ministerio y las empresas dependientes del mismo, como ADIF o AENA, dispondrán de 8.980 millones de euros para inversiones directas el año que viene, 1.181 millones menos que este ejercicio. La cifra está en línea con lo previsto en el Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI) presentado el año pasado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, que redujo del 1,35% del PIB al 1% el dinero anual para obra pública.

Como este ejercicio, el ferrocarril será el que viene el principal beneficiario de las inversiones. En total, absorberá un 50,9% de los recursos, 4.573 millones, de los que el 70% se destinarán a completar los corredores de alta velocidad en construcción. La red convencional se llevará 369 millones y Cercanías, 120 millones.

La otra gran partida se destinará a las carreteras: 2.153 millones, 810 millones menos que este año. De ellos, 1.148 serán para labores de construcción y 878 para conservación. La cantidad para este fin es ligeramente superior a la de 2013, 818 millones.

En el resto del dinero se divide en vivienda –788 millones–, puertos y seguridad marítima –861 millones–, aeropuertos y seguridad aérea –559 millones– y resto de inversiones –46 millones–.