CapitalMadrid.com
17 octubre 2013
Las cinco empresas que optan al contrato de las 22.000 plazas de aparcamiento deberán presentar sus ofertas antes del 4 de noviembre
Adif necesita 500 millones antes de fin de año y venderá la fibra óptica, los aparcamientos y los inmuebles
La marcha de Verdeguer y el accidente de Santiago han trastocado los planes del gestor de infraestructuras
Publicado el jueves 17 de octubre de 2013
Adif, administrador de infraestructuras, quiere llegar a final de año con todas las licitaciones que ha sacado a concurso cerradas y así hacer caja, para evitar engordar todo lo que pueda su deuda, que ya supera los 14.000 millones de euros. El grupo ferroviario se había comprometido hace un año, cuando aprobó los presupuestos de 2013, ingresar 500 millones de euros con la venta de parte de sus activos como son las estaciones de ferrocarril convencional que están en desuso, varias propiedades inmobiliarias, terrenos, más un buen pellizco por la cesión de la gestión a la iniciativa privada de los más de 16.000 kilómetros de fibra óptica de que dispone y la explotación de más de 22.000 plazas de aparcamiento en 51 estaciones españolas.
Donde Adif está teniendo más problemas para hacer caja es en la venta de las 400 estaciones ferroviarias que ya no tienen ninguna utilidad y en los más de 2.000 inmuebles que quiere liquidar. Fuentes de la empresa reconocen que se van enajenando inmuebles por la vía de las subastas pero que no hay muchas ofertas. Anteriormente a la crisis, las promotoras inmobiliarias se lo habrían rifado pero ahora sobran muchos inmuebles y mucho suelo.
Sin duda alguna, las dos joyas de la corona son la fibra óptica y los aparcamientos. Sin embargo, todo se ha dilatado en el tiempo por cuestiones técnicas. En poco menos de nueve meses, ha habido un cambio de presidencia en Adif y se ha producido el accidente ferroviario de Santiago, que ha trastocado todos los planes de la compañía. En enero pasado, Gonzalo Ferre sustituyó a Enrique Verdeguer que presentó su dimisión alegando motivos personales. Verdeguer llevaba tan sólo un año al frente de Adif, y cuando se marchó había arrancado el nuevo modelo de gestión del grupo, pero su salida provocó un frenazo en seco.
La compañía ha abierto ya los concursos de fibra y aparcamientos, pero los contratos no han sido adjudicados aún. En ninguno de los dos, se han presentado ofertas económicas, aunque en el concurso de los 72 aparcamientos van a pujar por la concesión el grupo Isolux-Corsan, Empark, Saba, Interparking y la UTE que forman Continental Parking y Estaciones y Servicios. Estas cinco sociedades han pasado ya el paso previo de solvencia empresarial y disponen de plazo hasta el 4 de noviembre para presentar la oferta económica.
Para la explotación de las más de 22.000 plazas de garaje, el presupuesto dependerá si es por cuatro años o por diez. En el primero, la compañía ha fijado un mínimo de salida de 66,6 millones y para el segundo, 130 millones. Por el negocio de los 72 aparcamientos que salen a concurso, el gestor ferroviario ingresó 30 millones de euros en 2012.
El grueso de los ingresos previstos por Adif vendrá básicamente de estas dos últimas partidas. En el caso de la cesión de los derechos de uso y gestión de la red de fibra óptica, la cifra mínima prevista se eleva a unos 343 millones de euros por una cesión a la empresa adjudicataria de 10 años y, podría superar los 450 millones, si el contrato fuera para 20 años. De momento, lo que el consejo de administración ha aprobado recientemente es la licitación y ha solicitado ofertas a empresas que estén interesadas por diversos periodos de tiempo para decidir el plazo óptimo de la cesión.
La compañía que se haga con la concesión deberá respetar los contratos que Adif tiene firmados con operadores de telecos y asumirán el compromiso de subrogarse a tales compromisos. Los sindicatos están en contra del nuevo modelo de gestión que ha diseñado la compañía y que supondrá ceder uno de sus activos más importantes como es la fibra óptica. Actualmente, el gestor de infraestructuras ingresaba anualmente del orden de 50 millones de euros por el alquiler de la fibra óptica y consideran que entregan a la iniciativa privada un activo muy importante.
La empresa enmarca todo este proceso dentro del programa que el presidente, Gonzalo Ferre, y su equipo han diseñado para poner en valor aquellos activos que son complementarios a la actividad ferroviaria, pero que no forman parte de su trabajo principal como es la construcción, el mantenimiento y la gestión de las líneas ferroviarias. Adif está obligada también a segregar la empresa en dos sociedades -una se ocupará de la red AVE y otra de la red convencional- para adaptarse a las normas contables que le impone Bruselas y que obliga a que al menos el 50% de los ingresos que obtenga procedan de mercado. Este nuevo modelo permitirá a Adif seguir endeudándose y evitará también que esa misma deuda compute como déficit público.
