TRENEANDO
26 marzo 2014
Escaso interés entre los operadores extranjeros para competir en el mercado de los trenes turísticos
El director de Estrategia y Desarrollo de Negocios de Renfe, Rodrigo Hilario, reconoce que el proceso de liberalización de los trenes turísticos en España, iniciado en julio del año pasado, despierta escaso interés entre el sector. Aunque es un segmento muy rentable, el volumen de negocio que generan los trenes turísticos es muy pequeño en comparación con otros sectores..
Desde finales de julio de 2013, este segmento está abierto a nuevos operadores, que pueden entrar en el mercado español con su propio material rodante -comprado o alquilado, incluso a la propia Renfe -, aunque tendrían que competir con los productos estrella de la operadora pública: los trenes de lujo Al Andalus y Transcantábrico, que forman parte del patrimonio histórico ferroviario español y no se pueden vender. Aunque ninguna compañía se interesó hasta ahora por el proceso, Hilario mantiene que Renfe está muy abierta a la entrada de nuevos operadores o a cualquier tipo de colaboración con ellos.
Renfe reconoce, sin embargo, que este año hay algunos touroperadores internacionales que han contratado trenes turísticos españoles (que se sitúan entre los mejores del mundo) por días para realizar viajes chárter, lo que podría ser un primer paso hacia una colaboración mayor en el futuro.
Los trenes turísticos alcanzaron el pasado año una cifra de negocio de 7 millones de euros, con una ocupación media del 80% en los dos trenes de lujo, que se nutren de una clientela de alto nivel adquisitivo, procedente en un 75% del extranjero. Un tercio de los clientes internacionales proviene de países anglosajones, incluidos EEUU o Australia; otro de Latinoamérica, destacando México, Venezuela y Brasil, y otro principalmente de Europa, incluido Rusia, aunque también del mercado asiático.
Además de los trenes de lujo, que representan el 85% del negocio turístico, Renfe ofrece un producto más “estándar” como el Expreso de la Roblao una nueva modalidad lanzada este año, denominada ‘Train and Breakfast‘, cuyo concepto responde al de un hotel en movimiento. En este tipo de trenes, donde los precios son más accesible (desde 95 euros/noche incluido desayuno en el producto ‘Train and Breakfast’), la mayoría de la clientela es nacional.
Renfe espera que este año los trenes turísticos igualen o incluso superen ligeramente la facturación del 2013, gracias a nuevos itinerarios y alternativas de viaje, con los que la oferta ha aumentado un 5% respecto a la capacidad ofrecida en el ejercicio anterior.
El tren Al Andalus logró en 2013, año en el que volvió a operar, tras un tiempo de parón, una ocupación superior al 80%, mientras que el Transcantábrico, donde el precio puede ascender a 4.500 euros por persona y semana en una habitación superior, registró una tasa de más del 70%. Para Hilario, “sería un éxito estar este año en niveles similares a los del 2013 en cuanto al volumen de clientes y facturación”.
La temporada de los trenes turísticos ha empezado a mediados de marzo y se prolongará hasta finales de octubre, y la primera salida del Al Andalus, realizada la semana pasada, contó con una ocupación en torno al 80%, muy similar a la del primer viaje del año pasado.