A partir del sábado los trenes pararán en el andén provisional, situado junto al actual
Tras desmontar las vías y la catenaria, en otoño arrancará la construcción de la nueva estación

ARANTZAZU ZABALETA - Jueves, 2 de Julio de 2015 - Actualizado a las 06:20h

DONOSTIA - La estación provisional del Topo en Loiola empezará a funcionar el sábado, cuatro años después de que se construyera. Los trenes de EuskoTren se desviarán por las nuevas instalaciones y eso permitirá que comience el desmontaje de la vieja estación para proceder después a su demolición y a la construcción de la nueva infraestructura que la sustituirá.

Euskal Trenbide Sarea, organismo dependiente del Gobierno Vasco, anunció ayer que estos días están trabajando por la noche para hacer los preparativos necesarios para poder desviar los vagones por el andén provisional. De todos modos, el mismo sábado será necesario interrumpir la circulación de los trenes durante algunas horas para empalmar las vías. A partir de las 16.00 horas, el servicio se restablecerá y los trenes pararán ya en los andenes provisionales.

Los usuarios de EuskoTren accederán a la nueva estación por la calle Urbia, unos metros más adelante del acceso actual. Esta infraestructura cuenta también con ascensores para facilitar la accesibilidad de todos los viajeros.

Así, tras años de espera, los loiolatarras verán a partir de la próxima semana cómo se inician los trabajos de desmontaje de vía, catenaria y superestructura de la estación actual que permitirán emprender la primera fase de la construcción del nuevo viaducto por la zona más cercana al Urumea. Ese viaducto sustituirá al muro sobre el que se asientan las vías actuales y que ejerce de trinchera separando el barrio en dos. La nueva estación se construirá en ese viaducto, sobre la carretera.

En estos momentos la ejecución de los trabajos de construcción está en fase de licitación y está previsto que las obras puedan arrancar en otoño. Cuentan con un presupuesto de 12,8 millones de euros (se podría reducir según las propuestas de los aspirantes a ejecutar los trabajos) y un plazo de ejecución de 20 meses, por lo que la nueva estación debería estar finalizada a mediados de 2017.

Euskal Trenbide Sarea destacó ayer que este proyecto supondrá “una indudable transformación urbana” para el barrio. El nuevo viaducto permitirá conectar las dos zonas de Loiola y reurbanizar todo el entorno (gracias a un acuerdo entre ETS y el Consistorio donostiarra) y los loiolatarras ganarán 10.000 metros cuadrados de zonas verdes, juegos infantiles, bidegorri, parking para bicicletas y zonas de descanso.

PROTESTAS La reanudación de las obras de la nueva estación y la reurbanización de todo el entorno ha sido una reivindicación constante de los vecinos de Loiola los últimos años, que salieron a la calle para protestar tras convivir no con un muro sino con dos (también con el que sujeta la estación provisional) durante varios años y rodeados de obras que no avanzaban por falta de presupuesto. Finalmente, el Gobierno Vasco aprobó una partida este año y retomó las obras. Ejecutará el proyecto diseñado por el equipo de Lamela y Vaumm, que ganó el concurso promovido la legislatura anterior, aunque habrá algunas transformaciones como la reducción del volumen de la cubierta acristalada.

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