TRENEANDO
11 enero 2012
Vía libre a la conexión entre la ‘Y’ vasca y la alta velocidad francesa. Al menos, sobre el papel. La conexión con la futura plataforma de alta velocidad de Francia se producirá por medio de un viaducto a 22 metros de altura sobre el río Bidasoa, entre los municipios de Biriatou e Irun. Esta es la propuesta sobre el trazado del TAV entre Burdeos y Hendaya, aprobado el lunes por el comité encargado de impulsar el proyecto. El recorrido definido se ha remitido al Ministerio de Transportes de Francia, que deberá aprobarlo o rechazarlo en los próximos meses.
Los prefectos de Aquitania y Midi-Pyrénées, los presidentes de los consejos regionales, un representante del Ministerio de Transportes y el presidente de RFF (el Adif francés) confían en obtener el ‘ok’ del Gobierno a la unión de ambos trazados, español y francés. Sin embargo, sobre el proyecto se ciernen negros nubarrones. No hace muchos días la ministra de Transportes, Nathalie Kosciusko-Morizet, sembraba la duda sobre el proyecto al reclamar un estudio independiente para evaluar la «pertinencia económica». No obstante, la propia ministra reconoció posteriormente «la apuesta del Estado por el proyecto», que forma parte de un itinerario europeo prioritario. En la decisión tendrá influencia, y mucha, la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas este mismo año, que sin duda alguna enturbiará el debate.
De cualquier forma, la luz definitiva al proyecto no llegará hasta 2014 cuando, tras los análisis de impacto ambiental, se apruebe la Declaración de Utilidad Pública. Las obras no comenzarían antes de 2015 para un horizonte de finalización, en 2020, que cada vez parece más improbable.
La reunión celebrada el pasado lunes en Burdeos supone un peldaño más en una complicada escalera, que retrasa más y más el comienzo de los trabajos. El encuentro fue saludado con dos concentraciones de electos locales contrarios al proyecto. No obstante, también hay movilizaciones a favor del TAV. Para el 9 de febrero, las cámaras de comercio de Bayona y Aquitania han convocado una movilización para impulsar el desarrollo de la nueva línea de alta velocidad.
En cuanto al trazado definitivo remitido al ministerio –que ha recibido aportaciones en un proceso de consulta público–, la conexión con la frontera se realiza en Biriatou, en el mismo punto de la última hipótesis. No obstante, el viaducto que en principio se proyectaba a 37 metros de altura, estará a 22.
En Iparralde, el trazado definitivo pasa por las localidades de Biriatou, Urruña, Ciboure, San Juan de Luz, Saint-Pée-Sur-Nivelle, Ahe-tze, Arbone, Arcangues, Bassussarry, Villefranque, Saint-Pierre-D’Irube, Mouguerre y Lahonce. En Baiona, finalmente no se construirá una nueva estación, sino que se acondicionará la actual.
El proyecto de TAV entre Burdeos-Frontera y Burdeos-Toulouse consta de 417 kilómetros de longitud. En lo que respecta a la zona más cercana a la frontera, de Baiona a la localidad de Biriatou, la línea discurre por 35,6 kilómetros, de los cuales 13,5 son en túnel y 8,3 en viaducto ferroviario.
En cuanto a la situación de la ‘Y’ vasca, el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, se reunirá mañana en Madrid con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para conocer los planes del nuevo ejecutivo para la mayor obra jamás realizada en Euskadi. Arriola esgrimirá, para que se mantenga la inversión, que el TAV en Euskadi es «uno de los proyectos más importantes de España» por suponer la salida a Europa y porque, en caso de no estar terminado en 2016, se perderán ayudas millonarias procedentes de la UE.