elalmeria.es

22 octubre 2012

Los 4 millones de toneladas son el 25% de todo lo que mueve Renfe en un año

El volumen de tránsito en Almería le colocará a la cabeza entre los puertos nacionales

O. Lezameta / Almería |

 

La importancia que para el Puerto de Almería supondría hacerse con el transporte del mineral, significaría garantizar su supervivencia en los próximos años. Por un lado, los 4 millones de toneladas que Minas de Alquife movería por las instalaciones del muelle de Pechina, suponen un ingreso de 6 millones de euros sólo en tasas portuarias.

Para dar una idea del volumen que supondría dicho transporte, según cifras oficiales de Renfe relativas al año 2011 (a pesar de que el transporte de mercancías por ferrocarril está liberalizado sigue significando el 90% del mismo en todo el país) esta entidad movió en todo el año algo más de 16 millones de toneladas de graneles. Lo que entraría en Almería sería la cuarta parte de todo lo que se transporta en toda España si no contamos el movimiento de contenedores.

Además, colocaría a Almería en cabeza de los puertos nacionales en el tráfico de graneles sólidos, junto con los yesos y cementos que se han trasladado en parte a Carboneras.

Lo que está en juego, además del propio negocio que supondría hacerse con este tráfico, garantizaría la supervivencia económica del puerto a lo largo de las próximas décadas. La llegada del ferrocarril a sus instalaciones permitiría acometer el gran proyecto que tiene pendiente desde hace años, como es el de la terminal de contenedores, para lo que existe espacio suficiente en el muelle de Pechina para el que está previsto ya la construcción de un dique, para lo que está previsto una partida de más de 2 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene.

Ese trazado soterrado que sirve para el mineral, lo haría también para la llegada de un tráfico sin el cual, el puerto está condenado a una lenta agonía, que en el caso almeriense sería especialmente larga ya que fundamenta sus ingresos en el tráfico de pasajeros. No obstante, con una Operación Paso del Estrecho con cifras menores cada año (las nuevas generaciones no sienten el apego en volver a sus países de origen ya que han nacido en los países europeos en los que trabajan y las tarifas low cost hacen que los aviones sean cada vez más utilizados), su continuidad de no lograr ese tráfico de contenedores está condenada a la agonía.

Lo que se juega Almería es sencillamente la supervivencia de un negocio que está por explotar y que no tiene horizonte salvo el crecimiento, la generación de negocios y la creación de miles de puestos de trabajo.
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