EUROPA PRESS La empresaria gijonesa María Corzo, afectada por los impagos de Fenit Rail tras haber realizado trabajos de restauración en el tren de FEVE Al-Andalus, ha tenido que poner su nave en venta y proceder al cierre de su empresa y despido de los trabajadores. Asimismo, uno de los responsables de las dos subcontratas que trabajaron con Corzo, José Ramón González, de Barnizados Unión, S.L, ha decidido iniciar una huelga de hambre.

Según una nota de las Asociaciones Federadas de Autónomos de Asturias (AFAS), González viajará a Madrid para hacer una sentada, a partir del próximo día 10, delante de las oficinas de FEVE, donde dará comienzo su protesta, al estar Fenit Rail participada un 40 por ciento por la compañía pública ferroviaria.

González, conocido como 'Rubio', lamenta en la nota que intenten "matar mi forma de vida, la de mi familia, mis socios y trabajadores", "El día 10 me sentaré con mi saco de dormir, mi pancarta y una silla para exigir justicia", indica antes de recalcar que el trabajo encargado está realizado, por lo que no entiende que puedan llevarles a la ruina por no cobrar 75.000 euros. "Quiero que vean mi cara, la de un trabajador que lo único que quiere es cobrar y seguir trabajando", añade.

González tiene dos socios más de una empresa creada en 1998 que cuenta en plantilla, además, con tres trabajadores. De hecho, han tenido que poner cada uno de los tres socios un crédito personal de 17.000 euros más otro de 30.000 para poder pagar a proveedores y tener carga de obra. A esto se suman los 9.000 euros en facturas no cobradas por la obra del tren Al-Andalus.

La historia de Barnizados es similar a la de Raúl Palacios, al que se le adeudan 15.000 euros. "Es muy difícil ver como una empresa privada, como me ocurrió, me debe 2.500 euros y las tasas de abogados y juicios me cuestan esa cantidad y ver a esos responsables impunes paseando por la ciudad", ha reprochado. "Estos 15.000 euros de impago suponen una estocada mortal si no conseguimos cobrarlos", explica.

LOS HECHOS

Los hechos se remontan a cuando Corzo se presentó al concurso para la restauración del Al-Andalus, pero fue rechazada por FEVE en favor de Fenit Rail, quien después la subcontrató a ella para hacer esa misma restauración y ésta, a su vez, a otras dos empresas. Del dinero contratado sólo ha conseguido que le abonaran 18.000 euros dos meses después de acabar las obras, y le deben todavía 114.000.

El hecho de que Fenit Rail estuviera participada por FEVE le dio confianza en un principio, por lo que sigue sin entender cómo si esta tenía problemas financieros le dieron la adjudicación o cómo podía desconocer FEVE la situación económica de esta. Corzo ha tenido incluso que hipotecar sus bienes por estos impagos, mientras que las otras dos subcontratas, de barnizados y tapicería, están también en una situación delicada económicamente. Entre las tres empresas, suman 20 trabajadores.

Desde AFAS se recalca además que Fenit Rail carece de dinero y los primeros en cobrar, tras haberse aprobado el concurso de acreedores, serán los trabajadores, la Administración Pública (Seguridad Social y Hacienda), a continuación proveedores y después empresas subcontratadas y por último los accionistas.

Asimismo, recuerda que el tren Al-Andalus está funcionando y cada billete cuesta 2.300 euros, mientras que ninguna de las tres empresas asturianas que desarrollaron las obras de restauración han recibido el dinero, como tampoco la empresa sevillana AAPLUS, que se encargó de parte de las obras de restauración del coche cocina y a la que deben aún 18.000 euros.