Aunque suene manido, lo cierto es que la provincia de Almería es la cenicienta que viaja en el vagón de cola del tren de las infraestructuras gestionadas por la Junta de Andalucía. Tal es la desesperación de ciudadanos, políticos y empresarios, que a la hora de tomar la calle para exigir la finalización de proyectos viarios los colores políticos se quedan en casa.

Como muestra la protesta protagonizada este jueves por la tarde en el municipio de Arboelas por todos los alcaldes de la Comarca del Almanzora, acompañados por representantes de los diferentes sectores productivos y vecinos. Bajo el lema 'La autovía del Almanzora ayer necesaria, hoy imprescindible', más de 300 personas clamaron al Gobierno andaluz la conclusión de esta obra, que acumula más de 20 años de retraso y que lleva camino de no acabarse nunca. Salvo la variante de Albox, el resto de los tramos pendientes entre los municipios de Huércal-Overa (Almería) y Baza (Granada) permanecerán paralizados hasta que la Junta vuelva a tener capacidad económica para acometerlos.

Así lo reconocía por la mañana la consejera de Fomento, Elena Cortés, a preguntas del grupo popular en el Parlamento andaluz. «La política de la Junta es mantener las obras y no hacer nuevas infraestructuras», manifestaba la dirigente autonómica, que, no obstante, en presencia del alcalde de Albox, el socialista Rogelio Mena, y la delegada del Gobierno en Almería, Sonia Ferrer, se comprometía a terminar la variante del municipio albojense a lo largo del presente año.

Para el presidente de la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía (AEMA), Antonio Martínez, organizador del acto de protesta, el anuncio de la consejera resultaba esperanzador pues la apertura al tráfico rodado de ese tramo «va a suponer un ahorro importante». Con todo, recordaba que las labores de construcción de esta autovía, que suma veinte años de retraso, se iniciaron hace nueve años y, en el caso de la variante de Albox, la paralización de los trabajos acumula ya dos años.

El límite de la paciencia

«Somos conscientes de la situación que hay en cuanto a las inversiones, pero si hay alguna inversión que por tiempo, por compromiso y sobre todo por necesidad es prioritaria, es la ejecución de la Autovía del Almanzora», manifestaba el líder empresarial, que encabezaba la protesta, y advertía de que «la paciencia tiene un límite».

Lo mismo que el presidente de AEMA piensan los empresarios del Poniente, que ven como las Junta también les da la espalda con sus infraestructuras. Por más que el parlamentario del PP y alcalde de La Mojonera, José Cara, intentaba durante la celebración del pleno sacar a la consejera de Fomento el compromiso de finalizar la variante de Roquetas de Mar y la redacción del proyecto del vial intermedio del Poniente, ésta se limitaba a manifestar que lo único previsto es mantener lo ya hecho.

Cara, haciendo suyo el malestar de buena parte de la sociedad almeriense, advertía de que «está muy claro que los culpables de que la variante de Roquetas no esté acabada son PSOE e IU». A lo que añadía: «Ustedes están perjudicando a todo el tejido productivo de esta comarca, al turismo, a la industria y a la agricultura», por lo que «les exigimos que cuanto antes reanuden las obras y las concluyan, porque esta infraestructura es vital para el Poniente».

Por mucho que los empresarios se manifiesten, que alcaldes del PP y PSOE vayan de la mano y que los vecinos protesten junto a ellos, lo cierto es que la cenicienta de Andalucía ve como su tren, lejos de alcanzar la alta velocidad, parece destinado a entrar en vía muerta.