vozpópuli
18 noviembre 2013
El AVE Córdoba-Málaga, a 80 km/h y no a 300 porque Adif no quiere arreglar la vía
Desde marzo, los trenes de alta velocidad circulan más lentos de lo que deberían por el hundimiento de un tramo de vía en el que Adif rechaza gastarse tres millones para repararlo, según varios informes. Fomento sigue destinando ingentes recursos para el AVE de Galicia y el de León y Asturias.
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Hecho el AVE, luego hay que mantenerlo. Y en España se han hecho muchos kilómetros de vía, concretamente 3.100, convirtiendo al país en el segundo del mundo después de China con el tendido más largo de alta velocidad. Un desmadre propulsado por las diferentes administraciones que han pasado por Fomento que ahora, sexto año de la crisis, empieza a notar sus consecuencias. Según los informes a los que ha tenido acceso este medio, Adif, gestor de las líneas AVE y convencionales, está descartando destinar más dinero a solucionar problemas de seguridad en algunos tramos de alta velocidad, como es el caso del trayecto Córdoba-Málaga, en funcionamiento desde diciembre de 2007.
La apertura de la línea fue clave para la llegada del AVE a la capital malagueña, permitiéndola conectar con Madrid (e incluso hacer trenes directos a Barcelona) en tiempos antaño inimaginables. Por eso, y también porque la relación Barcelona-Madrid-Málaga es una de las más jugosas en las que opera Renfe, sorprende que Adif haya rechazado actuar ya para reparar el colapso en la vía que afecta al tramo Fuente Palmera-Santaella, con una longitud de 40 kilómetros al sur de la provincia cordobesa. Los problemas por el hundimiento de un terraplén fueron detectados en marzo, y han obligado a Renfe a reducir a 80 kilómetros por hora la velocidad de sus trenes en un tramo por el que podrían circular a 300.
Cuando el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se percató del desperfecto hace ocho meses, los trenes pasaron a circular a 160 kilómetros/hora. Luego a 120. Después a 80. Y eso que la reparación no parece tan costosa: tres millones de euros es lo que rechaza gastarse Adif, según los citados informes. Tres millones con un problema de seguridad de manual y solo cuatro meses después de la tragedia ferroviaria de Santiago, que causó una fuerte sensibilización por una mayor seguridad en los trenes. La ministra Ana Pastor recogió el testigo y anunció una batería de medidas adicionales, pero a finales de octubre Vozpópuli demostró a través de otros informes de Adif cómo Fomento sigue aplicando “recortes extraordinarios” en temas relacionados con la seguridad y el AVE.
Defectuosa construcción
Los documentos describen la problemática que acontece al tramo Fuente Palmera-Santaella, y revelan un lenguaje enrevesadamente técnico. Hablan de “asientos de coronación del terraplén”, un hundimiento de las dos vías en una zona muy sensible a los cambios al encontrarse en las proximidades del PAET (Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes) de Santaella. Las causas parten, según el informe, de la defectuosa construcción del terraplén hace ya 10 años: fue levantado sobre el cauce de un arroyo sin realizarse las labores de drenaje, sustitución y cimentación del terreno. “El terraplén tiene un notable espesor de balasto de entre 1,30 a 1,50 m de potencia máxima. Se observa un brusco aumento del espesor de balasto desde el paso inferior después del PAET de Santaella”.
A lo largo de una treintena de páginas, Adif describe el terreno, analiza los datos de auscultación, evalúa la magnitud del asiento o propone actuaciones, como la de las “Columnas de Módulo Controlado y del Soil Mixing”, que es la que Adif ha descartado utilizar debido a las dificultades económicas que atraviesa.
En abril de 2012, Adif destinó 6 millones para mejorar la seguridad de la vía en ese y otros tramos del trayecto Córdoba-Málaga, pero no hay noticias posteriores al respecto. Parece que la única solución que se impone es dejar que los trenes reduzcan notablemente su velocidad durante un número por ahora incalculable de kilómetros, aunque eso condicione su explotación comercial. Algunas fuentes sospechan que los trenes aprietan el paso en otras zonas, aunque eso tiene difícil demostración. El tiempo que se tarda en alta velocidad entre las dos ciudades andaluzas oscila entre los 45 minutos y una hora y cinco minutos, dependiendo del tipo de tren.