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12 diciembre 2013

"Me veo desamparado", asegura el guardia arrollado por un tren en Siero

El agente retirado no recurrirá la absolución del acusado de tirarle a las vías, pero sí estudia acciones contra Feve

12.12.2013 |

El Berrón (Siero), L. Á. VEGA "Me veo desamparado. Reconozco que hubiese sido excesivo que se condenase por homicidio al acusado de tirarme a la vías, pero había otros delitos que se le podían atribuir, como el de atentado, el de lesiones o incluso el de omisión del deber de socorro. Yo creía en la Justicia, mi vocación era la de ayudar al prójimo, prestar servicio, y ahora me veo con 34 años retirado, sin poder realizar actividad alguna, ni siquiera correr, ni siquiera sentarme un rato largo", se lamentó ayer Carlos Mouton Egido, el guardia civil del cuartel de Noreña que resultó arrollado por un tren de Feve en julio de 2011, mientras perseguía a un joven que había intentado robar chatarra en Meres (Siero).

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo absolvió a finales del mes pasado a Arturo M. M., de 27 años, el joven acusado por el fiscal y la acusación particular de empujar al guardia contra el tren. Carlos Mouton, madrileño, aunque afincado en Llanera, casado y padre de dos niñas pequeñas, considera que el fallo tiene poca vuelta de hoja. "La sentencia fue injusta, pero no voy a recurrir, las tasas están muy altas y sería muy costoso", señaló. La Unión de Guardias Civiles (UniónGC) ha corrido con los gastos de su asistencia legal, a cargo de Ignacio Manso.

Fue el propio testimonio del agente retirado el que salvó al acusado. Mouton reconoció, aunque sabía que le perjudicaba, que no recordaba haber sido empujado por Arturo M. M. "Tengo la sensación de que en el forcejeo me empujó, pero no lo recuerdo", aseguró. En las conversaciones que mantuvo el día de los hechos con el 112-Asturias, aseguraba que se había caído a una zanja, algo que podría responder al "shock" sufrido por el impacto del tren. "Está claro que yo no quería suicidarme, no me tiré a las vías voluntariamente", insistió.

No hay duda de que fue alcanzado por el convoy, puesto que éste presentaba daños en uno de los faros, a altura de una cadera humana, que fue la zona en la que el agente recibió las lesiones. A consecuencia del impacto estuvo hospitalizado un total de 79 días, con tres costillas rotas, la pelvis fracturada y daños en la vejiga que obligaron a dos intervenciones. Como secuelas le han quedado una visible cojera, una luxación de cóccix y los consiguientes fuertes dolores.

Lo que Mouton está sopesando es ir contra Feve. Según indicó, la actuación del conductor del convoy dejó mucho que desear. "Le autorizaron a detenerse y bajar del tren, pero no lo hizo. Pudo incurrir en un delito de omisión del deber de socorro. Estamos valorando iniciar acciones civiles contra Feve, por no haber sido asistido y por las lesiones que sufrí", señaló. Mouton manifestó repetidamente la impotencia que le embarga, y su temor a que lo ocurrido pueda influir negativamente en los guardias civiles a la hora de arriesgarse en la persecución de los delincuentes.

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