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6 febrero 2014

Interventores del tranvía piden a Euskotren más seguridad por el aumento de agresiones

GARAZI BARRIUSO - Miércoles, 5 de Febrero de 2014 -

BILBAO. "Me acerqué a ella para pedirle el billete y el chico que le acompañaba me empujó, profiriendo insultos muy graves. Fue una vejación total". Las palabras de esta interventora del tranvía de Bilbao reflejan el malestar, y el miedo, que padece este grupo de trabajadores. En concreto, esta mujer ha vivido ya dos episodios desagradables -agresiones físicas y verbales- en un corto espacio de tiempo y reconoce que ya no aguanta la tensión.

La situación ha llegado a tal extremo que este colectivo de trabajadores del tren ligero ha pedido a Euskotren, la compañía que gestiona este transporte público, que aumente las medidas de seguridad. Por su parte, fuentes de la compañía han reconocido a DEIA su preocupación y solicitan a los usuarios que respeten la labor de estas personas que "al fin y al cabo, están cumpliendo con su trabajo".

Insultos, zarandeos, empujones, hasta mordiscos, incluso en presencia de la Policía Municipal. "Por la crisis, la gente está desquiciada, se les nota más agresivos y a la mínima saltan. Los usuarios están más predispuestos al enfrentamiento, pero el problema viene de antaño", cuenta uno de estos trabajadores.

Según relata otro interventor, "cuando alguien no cumple con las normas establecidas somos los que multamos". Por ello, consideran que forman parte de uno de los estamentos más afectados: "Por norma general, el resto de ciudadanos se muestra impasible ante las agresiones que sufrimos, que muchas veces ocurren dentro de los convoyes". Reconocen estar "al pie del cañón", pero existe el sentimiento de "miedo" a ser reconocidos por la calle. Además, los problemas no solo afectan en el ámbito profesional sino que trascienden a lo personal: "Psíquicamente, claro que afecta todo lo que te ocurre en el trabajo. Ha habido compañeros que han tenido que coger la baja por ello".

En cuanto al perfil de las personas que llevan a cabo estas acciones, están de acuerdo al señalar que no se trata "solo de personas jóvenes". "Ellos también, pero generalmente, suelen ser hombres de mediana edad", dicen fuentes sindicales.

PREOCUPACIÓN

La dirección de Euskotren no es ajena a esta situación. Más concretamente, Gorka Ugalde, directivo de la compañía, reconocía ayer a DEIA que la empresa está preocupada por las agresiones que sufren sus trabajadores. "Reciben una presión social que nos preocupa", expuso el portavoz de Euskotren.

En este sentido, la compañía de transporte, que aglutina la gestión de trenes, tranvías (Bilbao y Vitoria-Gasteiz), autobuses y funicular, apunta que en todo 2013 se registraron alrededor de 440 incidentes entre usuarios y empleados, aunque solo un 10% de ellos terminó en un proceso judicial. "Dentro de la contabilidad de estos incidentes hay muchos insultos y algún empujón, pero no se trata de cosas que terminen en los juzgados. Aun así, actualmente tenemos 13 casos que requieren seguimiento de nuestros servicios jurídicos, en los que acompañamos y apoyamos a los agentes que han interpuesto la denuncia", explica Ugalde.

En el caso concreto de Bilbao, el directivo de Euskotren explica que la "premisa" de la compañía es que "los interventores vayan siempre acompañados por una persona de seguridad o en pareja, ya que están continuamente aguantando que les menosprecien". Por ello, envía un mensaje de ánimo a los trabajadores: "Estamos trabajando en ello y hacemos un llamamiento a la ciudadanía. Los interventores no son parte del mobiliario, son personas que desarrollan su trabajo para ayudar a la sociedad en un uso normalizado del transporte público".

'VIOLENCIA 0'

Existe en Euskotren un equipo denominado Equipo de violencia 0, surgido tras un estudio de riesgos psicosociales realizado hace siete años. La aparición de la figura del guarda de seguridad surgió a partir de ahí: "Se trata de no ir solos porque es un tema que está muy a flor de piel", destacan los trabajadores. En este sentido, Gorka Ugalde informa de que actualmente "se mantiene el número de personas dedicadas a la protección de los interventores respecto al año pasado", aunque reconoce que aun siendo una medida disuasoria no es tampoco una garantía de que no va a haber agresión. "Algunos prefieren no ir acompañados de los guardias de seguridad porque consideran que pueden controlar mejor la situación sin su presencia".

Lo cierto es que el sistema de cancelación del tranvía, mediante el que debes validar el viaje a motu proprio y sin pasar por ningún torno, favorece que aquellas personas que no quieren pagar puedan viajar sin ser pillado. "La forma de pago induce más a colarse. Hay mucha picaresca, además de la crisis", afirman los interventores. "Intentamos escuchar al cliente, educarles, pero en el 99,9% de los casos las historias que te cuentan son mentira", explica la mujer interventora. La reflexión que piden desde Euskotren es que la sociedad se conciencie ante el problema, ya que la única función de los interventores es "cuidar un bien común, un servicio público que todo usuario debe pagar". Y si no, debe ser multado por ello.