Diagonal Libertades

28 febrero 2014

LUCHAS CONTRA EL TAV
Quince activistas juzgadas por una acción contra el TAV en 2007

Durante dos días, tres acciones en cadena sirvieron de altavoz de las críticas que aquel verano se vivieron en Barcelona y el Hospitalet a “un modelo ferroviario que desatiende las necesidades de transporte público de la mayoría de la población en beneficio de una élite y de un reducido grupo de multinacionales”.

La Directa
 

 

 

Momento en el que los activistas son bajados de la torre por los Mossos de Escuadra / EDU BAYER

Hoy jueves 27 febrero ha comenzado a las 10 de la mañana el juicio en la Ciutat de la Justicia contra quince activistas que el julio de 2007 entraron a las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) a la altura de la estación de metro de Santa Eulalia (Hospitalet de Llobregat) para denunciar las molestias que provocaban al vecindario.

De los tres puntos de protesta (Santa Eulalia, Plaza de Sants y el Torreón) el más numeroso fue el primero, y requirió la participación del grupo de escalada de los Mossos d'Esquadra para descolgar a seis personas que se habían encaramado a tres máquinas perforadoras de hasta 30 metros de altura para colocar dos pancartas: “El TAV, ni por el litoral ni en ninguna parte” y “Salvamos Can Víes”.

Seis personas fueron detenidas aquel día y una veintena más fueron identificadas y posteriormente acusadas de desórdenes, resistencia y daños, con un informe de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias de España (ADIF) que aseguraba haber perdido 250.000 euros durante las horas que estuvieron parados los trabajos. Siete años después quince personas serán juzgadas los cercanos hoy y mañana. 27 y 28 de febrero y se enfrentan a una petición fiscal de seis meses de prisión por un delito de desórdenes públicos y a una indemnización de 40.000 euros.

En el comunicado difundido con motivo del juicio bajo la etiqueta #absolucio15noTAV, las encausadas afirman que aquella fue “una más de las numerosas respuestas que se dieron para poner de manifiesto las consecuencias sociales de la alta velocidad, de la cual los principales beneficiarios son un puñado de grupos empresariales especializados en la concesión de la construcción y la gestión de grandes infraestructuras”.

Herida abierta a su paso por Bellvitge y Sants

A pesar de las prometidas de inversión en equipamientos e infraestructuras que tenía que suponer la llegada del tren de alta velocidad en Barcelona, siete años después la herida continúa abierta. Los parques que se tenían que construir en la plaza de Joan Peiró de Sants y encima del cajón de cemento por donde pasa el TAV y que separa los barrios de la Bordeta y Badal no se han materializado. La llegada de la crisis financiera ha sido la justificación consistorial para la retirada de las inversiones previstas, que en gran parte tenía que asumir ADIF, como concesionaria de las obras que durante años supusieron molestias por el vecindario de la zona afectada. En el barrio de Bellvitge de l'Hospitalet de Llobregat tampoco se ha efectuado el soterramiento de las vías convencionales de tren (regionales y cercanías), tal y cómo se contemplaba al proyecto inicial que acompañaba las obras del TAV. Los edificios cercanos a las obras sufrieron grietas y desperfectos que fueron parcialmente reparados, pero no se ha hecho ninguno de las mejoras previstas en el entramado urbano.
 

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