álvaro caballero | león 07/03/2014

Con un Centro, pero sin Regulación, ni Control deja por ahora el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a l CRC de León. El nodo desde el que se comprometió por parte del anterior Ejecutivo central que se contralarían todos los tráficos de la alta velocidad del noroeste de España. Una promesa que por ahora se ciñe al edificio inaugurado en julio del pasado año, en el que se gastaron más de 12,7 millones de euros, pero que permanece vacío del contenido para el que fue proyectado. Una carencia que no se subsana ahora, cuando el organismo dependiente del Ministerio de Fomento ha concretado la adjudicación del contrato para el mantenimiento y soporte de los sistemas de gestión centralizada de los CRC. Un contrato, cifrado en 11,8 millones de euros, en el que figuran Madrid, Antequera, Albacete, Zaragoza y Segovia. Pero no la capital leonesa, a pesar de que la encomienda se fija por un periodo de dos años: un plazo en el que está previsto que la alta velocidad ya haya llegado a la estación provisional de la calle Astorga, donde se le espera en 2015.

La exclusión de León del contrato aporta más incertidumbre a la infraestructura, en la que apenas trabajan un centenar de empleados de las áreas de logística, patrimonio, infraestructuras y seguridad. Servicios que dejan vacío casi la mitad del edificio, con las dos plantas superiores a la espera de dotación. La zona en la que está planificado que se ubiquen las dependencias de control del AVE. Una sala de «20 por 20 metros totalmente diáfana en doble altura, en cuya parte superior se ha colocado la sala de crisis y visitas», para permitir «su funcionamiento independiente» y que contará con «un gran videowall de 26 metros, adaptado a la geometría de la sala para el control del tráfico ferroviario desde 17 puestos de control», según la publicidad que mantiene Adif en su web. Un área sin uso que no encuentra horizonte tampoco en el nuevo contrato del organismo de Fomento.

Frente a esta situación, sí que se dota a los otros 5 CRC existentes en la actualidad. El de Puerta de Atocha, que ejerce de centro neurálgico para toda España; el Gutiérrez Soto, ubicado en Zaragoza, para la LAV Madrid-Barcelona-frontera francesa; un tercero situado en Antequera para el seguimiento de la línea Córdoba-Málaga; el de Albacete para gobernar la LAV Madrid-Cuenca-Albacete-Valencia/Alicante y, por último, el ubicado en Segovia para el trayecto Madrid Chamartín-Valladolid, como respaldo del Puerta de Atocha para controlar sobre todo los túneles de Guadarrama. Un organigrama en el que, según la planificación original, el centro leonés asumiría el área de influencia del segoviano, puesto que estaría bajo su regulación las líneas Madrid-Valladolid, Valladolid-Palencia–León–Asturias, Palencia–Santander, Madrid– Galicia, Eje Atlántico y Venta de Baños-Burgos–Vitoria–Bilbao–San Sebastián. Más de 1.600 kilómetros de alta velocidad, si al final cuaja. Algunas ya en servicio, pero sin que se haya optado por dar uso al CRC leonés a la espera de que llegue el AVE a la capital leonesa.

Una realidad que no se atisba, como criticó ayer UGT, que insistió en que, se ha perdido la inversión «por no estar operativo». «Después de una inversión millonaria, sigue cerrado y los puestos de trabajo que esto podía generar de León, están fuera de León», subrayó el sindicato.