TRENEANDO
8 septiembre 2013
El ‘Tren de Madera’ regresa en una nueva edición. La asociación de vecinos de Santa Marina (Mieres) recoge la tradición iniciada hace 38 años y pone de nuevo en circulación el próximo 8 de septiembre, el convoy que pretende impulsar y potenciar la unión entre la villa minera y la marinera de Llanes coincidiendo con el Día de Asturias y la fiesta de la Virgen de la Guía. Una tradición a la que muchos mierenses no faltan cada año y que estuvo apunto de desaparecer tras la muerte en 2006 de su impulsor, César Sampedro.
El convoy de este año, compuesto por cuatro coches de pasajeros y otro restaurante, oferta 278 plazas y sale de la estación mierense de Feve este domingo a las 6.25 horas. Está previsto que la partida del tren sea anunciada con voladores, como ocurre desde sus comienzos. Según ha explicado el responsable vecinal, Ángel Pastor, que estuvo acompañado por el alcalde de Mieres (IU), Aníbal Vázquez, y otros miembros de la organización, el objetivo es «mantener la tradición».
Pastor recordó que, tras la muerte de César Sampedro, en 2006, el principal impulsor del tren de madera, su hijo se hizo cargo de organizar la iniciativa, de la que ahora recoge el testigo la asociación de vecinos para que «no se pierda», ya que la pasada edición la organización corrió a cargo de Feve que, en esta ocasión, se ha desvinculado del programa. En la última década, se ha convertido en una destacada cita para los mierenses.
El tren realizará paradas, entre otras localidades, en Ablaña, La Pereda, Baíña, Soto de Ribera, Palomar, Fuso de la Reina y Trubia. La llegada a Llanes está prevista para las 11.00 horas, donde los viajeros serán recibidos por los miembros del Bando de Nuestra Señora Virgen de la Guía y harán un pasacalles hasta la zona de la fiesta. El regreso será, aproximadamente, a las 19.20 horas.
El billete tendrá un precio de 20 euros, que incluye la montera picona, un collar de flores, botella de agua y el ‘bollu preñau’. Desde el primer viaje, cada jefe se estación del recorrido recibe como obsequio un ‘bollu preñau’.
Los orígenes de esta celebración se remontan a principios de los años setenta cuando César Sampedro, promotor de la idea, se encuentra con su grupo de amigos en la cantina de Feve y decide organizar una excursión anual para hermanar a Mieres con el oriente asturiano. Sampedro falleció en 2006, pero su iniciativa, hoy convertida en tradición, sigue adelante. Y dentro de dos años, hará cuarenta de aquel primer convoy que nunca soñó con perpetuarse durante tanto tiempo.