(08/02/2013)
|
Blog Viajes ferroviarios de ayer, hoy y mañana, de Miguel Ángel Matute
|
Ronda: la difícil subida ferroviaria a la ciudad
Para un ingeniero inglés, acostumbrado a las colinas de su país, debió ser complicado diseñar la subida ferroviaria a Ronda en 1889. Había que pasar de unos quinientos metros a más de setecientos en apenas dos kilómetros y medio. Este fue el dilema que hubo de resolver William Thomson, ingeniero jefe de la Algeciras Gibraltar Railway Company. Para suerte suya contaba ya con un diseño previo efectuado por el ingeniero francés Carlos Lamiable, autor también de los proyectos de los ferrocarriles de Sevilla a Huelva y a la Minas de Río Tinto. En el mapa que antecede a estas líneas aparece el bucle ferroviario de Ronda donde el ferrocarril recorre trece kilómetros entre los puntos marcados por la línea azul, con una diferencia de cota de 212 metros, cuando en línea recta sólo hay dos kilómetros y medio. El misterio de la Bahnhofstrasse de Zurich
Muchas poblaciones de todo el mundo tienen una calle del Ferrocarril pero la de Zurich es muy especial, con sus muchos comercios, sus tranvías y su frondosa vegetación de árboles. La Bahnhofstrasse -como se dice en alemán "calle de la estación del ferrocarril"- no es una vía del extrarradio ni apartada del casco urbano. Se trata de la principal arteria de la ciudad que, además y según la leyenda, esconde un secreto inquietante.
Por el valle del Guadiaro: ferrocarril en estado puro
La historia de la construcción del ferrocarril Algeciras-Bobadilla es tan fascinante como el paraje que atraviesa por el valle del Guadiaro así como el trazado de la espectacular subida de la línea hasta Ronda donde debe salvar 212 metros de diferencia de cota, con un lazo de trece kilómetros, para enlazar dos puntos que distan sólo dos y medio entre ellos.
|
Blog Historias del tren, de Juanjo Olaizola Elordi
|
El affaire del ferrocarril del ferrocarril de Santander al Mediterráneo
Posiblemente, no haya en España ferrocarril que genere más encendidas pasiones que el Santander-Mediterráneo, línea que jamás llegó a concluirse pese a que durante la dictadura de Primo de Rivera se puso en marcha buena parte de su trazado y, tras la Guerra Civil se perforase una obra tan significativa como el túnel de la Engaña, en su día, el de mayor longitud en nuestro país.
La estación de Pont de Fusta
La estación de Pont de Fusta, que recibía su nombre de una pasarela de madera con la que los viajeros que llegaban a la terminal podían cruzar el cauce del río Turia y alcanzar el centro histórico de la ciudad, fue inaugurada en el verano de 1892 para centralizar en sus andenes los servicios ferroviarios que, desde Valencia, se dirigían al Grao, a Rafelbunyol, a Bétera y a Liria. El edificio de viajeros fue diseñado por el arquitecto valenciano Joaquín María Belda Ibáñez en un depurado estilo clasicista. Las locomotoras Hunslet-Babcock & Wilcox El pasado martes, 22 de enero, el Museo del Ferrocarril de Asturias culminaba un nuevo proyecto de preservación con la llegada a sus instalaciones de la locomotora diesel D-1 procedente de la mina de La Camocha (Gijón). Esta máquina fue construida para la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada, propietaria en aquel momento del yacimineto asturiano, por la firma vizcaína Babcock & Wilcox, en 1973.
|
Blog Arte y Ferrocarril, de Jordi Font-Agustí
|
Grand Central Terminal en el cine
Los cien años de la Grand Central Terminal son un buen momento para recordar algunas de las múltiples películas y series que la han utilizado como escenario. El mítico trayecto en tren del protagonista de North by Northwest (1959, Con la muerte en los talones) parte de esta estación, que ha sido utilizada también en Cotton Club (1984), la versión de 1987 de The Untouchables (Los intocables) o Men in Black II (2002, Hombres de negro II) por poner ejemplos de géneros distintos.
|