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6 junio 2013
Renfe se ahoga en la dura digestión de Feve y tropieza con la liberalización
MADRID. La operadora pública de ferrocarriles, Renfe, vive una situación extrema. Los números rojos siguen incrementándose en su cuenta de resultados mientras la liberalización del transporte ferroviario a la alta velocidad y las concesiones para los trenes de cercanías y regionales seguirán acortándole el negocio.
El año 2013 se esá presentando muy complicado. El presidente de la operadora, Julio Gómez-Pomar, contempla un escenario bastante desolador para la empresa pública por la absorción de la cuantiosa deuda de la compañía filial Ferrocarriles de Vía Estrecha, Feve, integrada en Renfe y Adif (la gestora pública de las infraesttucturs ferroviarias, desgajada hace años de Renfe) en enero. 173 millones de pérdidas se acumulan en los balances de la primera, frente a los 40 millones de 2012.
El impacto de Feve en las cuentas de Renfe es de 80 millones mientras que también tendrá que afrontar un aumento del canon pagado a Adif por el uso de las infraestructuras ferroviarias, lo que supone 90 millones más. No obstante, el presidente destacó en un desayuno en la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) este miércoles la reducción de la deuda de Renfe en unos 200 millones de euros en 2012, una cantidad destacable si no fuera porque la deuda total era de 5.200 millones en 2011.
El servicio de Media Distancia de Renfe presenta un déficit de 238 millones de euros, según reveló su presidente, de los que 189 millones de euros corresponden al servicio de tren por las vías convencionales y los 43 millones restantes, al Avant. Un servicio deficitario que en el próximo mes espera verse asignado a una empresa privada.
El consejo de administración de junio aprobará la segregación en cuatro sociedades de la compañía, para que el Consejo de Ministros lo ratifique en julio. Esta división es la preparación para la apertura a la competencia en el transporte de viajeros en tren, prevista para el 31 de julio. Transporte de viajeros, de mercancías, mantenimiento de material rodante y alquiler será la división de los negocios.
EL SOBREDIMENSIONAMIENTO DE LA COMPAÑÍA, MOTIVO DEL ALQUILER
En cuanto a la cuarta, destinada al alquiler a terceros operadores de los trenes que actualmente no utiliza Renfe, reafirma el sobredimensionamiento de la compañía comparado con su prestación de servicios. Esta escisión beneficia a la mayor entrada de operadores en los trenes de alta velocidad, lo que podría perjudicar a la compañía. Sin embargo, el presidente de Renfe cree que la empresa se encuentra perfectamente preparada para afrontar la competencia y que lo que importa es el ciudadano, caiga quien caiga.
Y mientras, Renfe sigue acortando sus prestaciones. La reordenación de su servicio de media distancia representará la supresión de unas 500 frecuencias de trenes en servicio, el 15% del total de las 3.500 que presta actualmente.
Estas supresiones de conexiones ferroviarias afectan al 5,7% de la demanda total de usuarios del servicio regional, unos 90.000 viajeros, aunque el Gómez-Pomar apuntó a que la movilidad está garantizada.
El operador también ha dejado fuera las líneas de media distancia con menos del 15% de ocupación, quedando cubiertas por otros trenes de largo recorrido o simplemente cediendo esta parte de negocio a las compañías de autobuses. La compañía ha considerado que estos trenes son ineficientes desde el punto de vista económico, social y ambiental, por lo que supone malgastar recursos. La reestructuración permitiría un ahorro de 15 millones de euros a corto plazo y hasta 50 millones en el medio.
Renfe está ejecutando sin ninguna publicidad para los viajeros el plan de supresión de trayectos y reducción de frecuencias de los srvicios. En plan, que afecta a todas las comunidades autónomas aunque en diferente medida, empezó a ponerse en práctica a comienzos de mayo y se completará durante este mes, hasta el próximo 23 de junio.
Mientras, los nuevos datos sobre el AVE Madrid-Alicante siguen a la espera. Gómez-Pomar cree que se pondrá en marcha para el inicio de las Hogueras de San Juan, el 24 de junio. Sin embargo, siguen sin haber acordado frecuencias y tarifas, y los billetes tienen de margen para ser puestos a la venta hasta el 22 de junio.
En el sector ferroviario, son muchos los que se preguntan si es posible la privatización de los servicios, especialmente los de pasajeros. En general se tiene la consideración de que el tren es un servicio deficitario y no se concibe que empresas privadas puedan apostar por unos tráficos en los que previsiblemente sólo se pueden acumular pérdidas.