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11 agosto 2014

Los problemas financieros de Adif, nueva amenaza al avance del TAV

El Ministerio de Hacienda paraliza las emisiones de deuda necesarias para financiar próximos proyectos

En julio las constructoras del Estado denunciaron que no cobraban las obras

Beatriz Sotillo - Sábado, 9 de Agosto de 2014 - Actualizado a las 06:04h

 

 

Las obras del trazado del Tren de Alta Velocidad a su paso por Amorebieta tienen prácticamente finalizada la plataforma.

Las obras del trazado del Tren de Alta Velocidad a su paso por Amorebieta tienen prácticamente finalizada la plataforma. (Zigor Alkorta)

 

Bilbao - Las dificultades financieras de Adif, que se trasladan a los contratistas que trabajan en sus obras, amenazan con prolongar el parón veraniego en los tajos y acentuar el impasse que en los últimos meses viene sufriendo la construcción de la Y ferroviaria vasca en los tramos alavés y vizcaino. Las empresas constructoras denunciaron a nivel estatal que Adif lleva varios meses sin pagar las certificaciones de obra, a lo que se añade que sus previsiones de endeudamiento se han visto ralentizadas por decisión del Ministerio de Hacienda, lo que dificulta tanto la continuidad de obras ya adjudicadas como la realización de nuevas licitaciones.

En términos generales el ejercicio 2014 está resultando un paréntesis en el avance del Tren de Alta Velocidad a su paso por Euskadi, ya que si el año comenzaba con la exigencia del Parlamento y el Gobierno vasco al Ejecutivo español para que defina el plan de trabajo, fije plazos y siga adjudicando obras, en siete meses apenas se ha conseguido la licitación de un tramo aislado del nudo de Bergara. Al mismo tiempo, el Ministerio de Fomento solo responde con evasivas cuando es preguntado por la continuidad de las obras iniciadas o el ritmo de construcción y tampoco da cifras concretas de gasto realizado en las obras del TAV.

Recientemente la portavoz del Grupo Vasco en el Congreso en materia de Fomento, Isabel Sánchez Robles, denunció que en los tramos alavés y vizcaino del TAV “ha habido una disminución impresionante en el ritmo de obra, por eso queremos saber cuánto se ha certificado de forma efectiva”. A pesar del silencio de Fomento, sí ha trascendido que a finales del pasado mes de julio las empresas constructoras que trabajan como contratistas para Adif amenazaron con paralizar las obras en curso ya que el gestor de infraestructuras ferroviarias no dispone de fondos y no puede pagar certificaciones de obra. Según denunció Seopan, la patronal de las constructoras, el ente ferroviario no ha pagado ni un euro desde enero y acumula una deuda comercial de 700 millones de euros con sus empresas, de esta cifra 300 millones ya serían mora.

Algunas fuentes indicaron que ante la amenaza de las constructoras, Fomento había conseguido que Hacienda desbloqueara varios cientos de millones para que Adif pueda pagar en la primera quincena de agosto obras del AVE en Galicia. Se trataría, en concreto, de abonar certificaciones de obra realizadas hasta finales de mayo y atajar la amenaza de parón.

Los retrasos en los pagos a las constructoras adjudicatarias por parte de Adif no afectan a las empresas que trabajan en el tramo guipuzcoano del la Y ferroviaria vasca, ya que estas obras corren a cargo de Euskal Trenbide Sarea. El Gobierno vasco adelanta los fondos para estos trabajos y el Gobierno español los abona posteriormente a través de la liquidación del Cupo.

Otros proyectos

A pesar de la falta de tesorería y de que la financiación sigue atascada, Adif no ha dejado de licitar nuevos proyectos, y entre enero y junio de este año el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias presentó concursos por 1.997,8 millones, un 315,5% más que los contabilizados en el mismo periodo de 2013. De cada cien euros que el Gobierno español ha destinado a obra civil en lo que va de 2014, más de 55 euros han ido destinados a la alta velocidad ferroviaria, pero no precisamente al trazado vasco del TAV. Según la contestación parlamentaria remitida por Fomento a la diputada del PNV Isabel Sánchez Robles, la inversión realizada en el proyecto de alta velocidad de Euskadi en el ejercicio 2013 asciende a 152 millones de euros, es decir, una cifra inferior a la prevista -190 millones-. De la inversión realizada en 2014 no hay datos concretos y aunque en abril se licitó un subtramo del nudo de Bergara por 133 millones de euros, el PNV y el Gobierno vasco recuerdan que aún no hay dotación presupuestaria para la totalidad de esta conexión, que es vital para la Y vasca.

Algunas de esas licitaciones realizadas por Adif al margen de los ejes prioritarios europeos también han sido cuestionadas por responsables políticos vascos -que destacan que Fomento aprueba proyectos sin criterio y por mero afán electoralista- y por técnicos del Ministerio de Hacienda, que reprochan a Adif que comprometa inversiones que no están contempladas en las cuentas oficiales presentadas ante la Comisión Europea para garantizar el cumplimiento del objetivo de déficit. Hacienda se queja de que Adif ha sacado a concurso una serie de obras que están fuera de las autorizadas en los Presupuestos Generales para 2014.

En este sentido, las instituciones vascas siguen insistiendo en que la Y ferroviaria es un proyecto prioritario a nivel europeo y que el Gobierno español tiene el compromiso de impulsarlo para que las conexiones del Eje Atlántico entren en servicio antes de 2020. Frente a ese compromiso y a que la lógica aconseja avanzar en proyectos concretos y en marcha antes de iniciar otros ejes, Fomento saca a licitación tramos sueltos en líneas que no son prioritarias.

La deuda

Buena parte de los retrasos que acumula Adif en las certificaciones y pago de obras y en nuevas adjudicaciones se deben a que su planificación financiera se ha venido abajo por discrepancias con el Ministerio que dirige Cristóbal Montoro. Hacienda pone como condición para desbloquear las emisiones de deuda que Adif prevé hacer a lo largo de este año que el gestor ferroviario destine el importe conseguido en los mercados financieros a reducir su endeudamiento y no a financiar obras del tren de alta velocidad.

Hasta abril de este año la deuda de Adif era de más de 12.500 millones, mientras que los ingresos seguían hasta ese momento sin alcanzar los objetivos presupuestados y se quedaban en los 433 millones. Además, Montoro tiene bloqueados 5.000 millones que Adif necesita para seguir adelante con la red de alta velocidad prevista. Según publicó el diario Expansión, están en marcha obras por valor de 14.000 millones y Adif necesita poner en marcha inversiones por valor de 2.600 millones de euros con el fin de completar proyectos, mientras que requiere un total de 5.000 millones para completar la red. A principios de verano Adif -a través de su nueva sociedad filial de Alta Velocidad- completó con éxito una emisión de bonos por importe de mil millones de euros y tiene previsto hacer nuevas emisiones antes de fin de año para alcanzar unos 3.000 millones. La idea es destinar los recursos obtenidos a financiar la inversión de más de 3.300 millones que tiene programada y a sufragar la obra en curso, pero el Ministerio de Hacienda parece que piensa de manera distinta y quiere que Adif destine la mayor parte de ese dinero a reducir su deuda. Antes de fin de año Adif debe afrontar vencimientos de deuda por un importe aproximado de 1.400 millones de euros y en 2015 deberá pagar otros 700 millones. El principal acreedor de la sociedad estatal es el banco Europeo de Inversiones, al que adeuda más de 9.000 millones.

En el plano político, tanto la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, como la diputada vasca Isabel Sánchez Robles han denunciado en numerosas ocasiones que la ministra de Fomento elude compromisos y datos concretos sobre las obras de la Y vasca, y aunque insiste en que esta línea es muy importante para el Gobierno español, luego no apuesta por ella. Esta misma semana Ana Oregi calificaba de “incomprensible” la actitud del Ministerio de Fomento de no licitar los tramos previstos en las obras del TAV en Euskadi. La consejera reconoció el miércoles en Radio Euskadi que fue una “buena noticia” cuando la ministra de Fomento anunció que “licitaba algo” porque “da la sensación de que algún paso dan y ponen en marcha 130 millones para un pequeño trozo”. “Pero estamos pendientes de hasta 600 millones de licitación”, añadió.

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