TRENEANDO
Los ferrocarriles belgas, en huelga de 24 horas contra la reforma que plantea el Gobierno
3 octubre 2012
Bélgica dejará de estar comunicada por ferrocarril, tanto a nivel nacional como internacional, a causa de una huelga de 24 horas convocada por los sindicatos desde anoche en contra de la reforma planteada por el Gobierno belga que afectará de lleno a la sociedad nacional ferroviaria SCNB. Desde las 22.00 GMT de ayer y hasta las 22.00 GMT de hoy, ningún tren circulará por las vías férreas belgas, tampoco los que tengan origen o destino internacional.
Las empresas privadas encargadas de los trayectos internacionales, Thalys (que une Bruselas con París, Amsterdam y Colonia, en Alemania) y Eurostar (Bruselas-Londres), han avisado a sus clientes de que las perturbaciones en las líneas empezaron ayer a partir de las 18.00 GMT y 19.30 GMT, respectivamente. Ambas compañías han recomendado a sus usuarios, en sendos comunicados, “adelantar la hora de salida y aplazar el viaje para después del 3 de octubre, día de la huelga”.
Los sindicatos belgas del sector ferroviario decidieron convocar la huelga la semana pasada ante la reforma presentada por el ministro de Empresas Públicas, el socialista Paul Magnette, en la que se pretende reducir el conglomerado de empresas ferroviarias de tres a dos. Actualmente, el sector ferroviario belga está gestionado por tres empresas diferentes: NMBS-SCNB (encargada del transporte de mercancías y pasajeros), Infrabel (responsable del tráfico) y SCNB-Holding (gestora de los recursos humanos y la deuda de la compañía).
La propuesta del Gobierno se basa en la eliminación de la empresa SCNB-Holding y el traspaso de sus competencias a las dos restantes. No obstante, los sindicatos han desenterrado el hacha de guerra porque temen que esta división en dos partes de la empresa responsable del personal conlleve una pérdida de derechos laborales. Como alternativa, el frente sindical ha propuesto que se reunifiquen las tres empresas en una, como era la circunstancia antes de la última reforma del 2005.
El Gobierno belga ha rechazado de pleno esta opción al ir “en contra de las leyes de competencia de la Unión Europea“, según declaraciones del ministro Magnatte que recoge el periódico belga “Le Soir”.