TRENEANDO

Una exposición recuerda el 125 aniversario de La Panderola, el tranvía que trajo la riqueza a Castellón

25 noviembre 2013

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‘La Panderola’, el tren a vapor de vía métrica que unió entre 1888 y 1963 la localidad de Onda y el Grao de Castellón, habría celebrado este año su 125 aniversario, una efeméride que sirve como pretexto para la exposición que mostrará a partir del próximo martes la historia de esta infraestructura vital para el desarrollo económico y social de La Plana en su época. En la exposición se exhiben placas de fabricación de las locomotoras, reproducciones a escala de locomotoras, imágenes de la explotación y del devenir diario de la línea a lo largo del tiempo.

Organizada por la Fundación Caja Castellón, la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Castellón, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Castellón, la muestra se exhibirá en la sala San Miguel de la fundación del 26 de noviembre al 5 de enero y presentará como plato fuerte un coche original de viajeros restaurado especialmente para la ocasión.

La sociedad eminentemente rural de la comarca de La Plana experimentó una notable mejora de sus estructuras agrarias a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Con la llegada el 22 de noviembre de 1862 de la primera locomotora a Castellón, los excedentes agrarios castellonenses pudieron situarse en los mercados centroeuropeos, lo cual vino a colaborar en una economía floreciente que despertó el interés de inversión en el establecimiento de un ferrocarril que articulara los transportes de viajeros y mercancías en la comarca de la Plana. Las posibilidades de la industria cerámica de Onda y del cultivo de cítricos fueron determinantes para que el grupo promotor del ferrocarril de vía estrecha decidiera explotar la línea.

Constituida el 13 de julio de 1887, la Compañía del Tranvía a Vapor de Onda al Grao de Castellón de la Plana contó con gran parte de aportaciones de capital procedente de accionistas castellonenses. El lunes 4 de junio de 1888 se iniciaron los trabajos de colocación del material fijo de vía en la sección entre Castellón y el Grao.

Un mes después, el 18 de julio, se realizó la primera prueba oficial en un convoy que partió desde Castellón, de modo que, contando con el informe favorable de la Jefatura de Obras Públicas así como con los oportunos permisos oficiales, la compañía procedió a inaugurar la línea el 13 de agosto de 1888 con autoridades, invitados y bandas de música entre gritos y vivas del público asistente a tan histórico acto que llegó a ocupar todo el recorrido de la línea.

Tal fue el éxito tuvo desde el día de la inauguración que a pesar de que el precio del billete se consideraba algo elevado en relación al poder adquisitivo de la época, tan solo seis días después de la inauguración de la línea la prensa local anunciaba que el tren tuvo que detenerse por no poder arrastrar la máquina el excesivo número de carruajes que “llenos de bote en bote de viajeros” conducía a la capital.

Esta locomotora que marcaría el vivir económico y social de Castellón fue una de las infraestructuras de transporte más importantes de la provincia de Castellón. El desarrollo de Almassora, Burriana, Castellón, el Grao de Castellón, Onda y Vila-real estuvo marcado por este tranvía, tantas veces añorado, que se erigió como pieza clave de la economía y de la sociedad castellonense desde 1888 hasta 1963.

En 1925 representaba el 5,1% del transporte de viajeros de líneas de vía estrecha en toda España, por lo que “algunos autores de la década de los 50 llegaron a situar el transporte ferroviario de personas en La Plana a la altura del metro de Madrid“, indica Raúl Pons Chust en su tesis sobre este transporte.

Testigo de miles de historias y entrañables vivencias, ‘La Panderola’, cuyo nombre se debía al color de su máquina de vapor con combustible a carbón, y a lo lento e irregular de su marcha, sigue muy presente en la memoria popular de Castellón.

La desparición del tranvía se vio propiciada por la competencia ejercida por otros transportes, “más modernos y eficientes”; la falta de adecuación técnica (“un proyecto de electrificación que no cuajó, material desgastado y velocidad baja”); y las incomodidades que causaba el paso interior por las ciudades (“el ruido y la gran cantidad de accidentes”), según asegura Pons. Con la desaparición de este ‘trenet’, el 31 de agosto de 1963, dice, se perdió un medio de transporte “verdaderamente público y cohesionador de la comarca de La Plana”, que, con un apoyo y promoción adecuados, “podría haber competido perfectamente con los otros transportes por carretera que, finalmente, se impusieron”.

La exposición ha sido organizada con la colaboración de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Castellón, la Diputación Provincial de Castellón, y el Ayuntamiento de Castellón. La muestra se exhibirá en la sala San Miguel de la fundación del 26 de noviembre al 5 de enero.

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