DiariodeLeón.es
1 julio 2015
El sistema de seguridad permitirá que los AVE a León alcancen los 350 km/h
Adif implantará el modelo puntero a los 6 meses de la puesta en funcionamiento.
ÁLVARO CABALLERO | LEÓN 01/07/2015

No se derramaría «ni una sola gota». A 300 kilómetros por hora «el agua de un vaso posado sobre una mesa casi ni se movería», subraya Pedro Luis Asegurado, jefe de proyecto de circulación del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), desde la cabina del tren laboratorio que prueba la vía del AVE para que en la primera semana de septiembre se ponga en funcionamiento el tramo de Valladolid a León. En esa vía Fomento ha decidido que se implante el sistema de seguridad ERTMS nivel 2: el más puntero de los que están operativos en la actualidad, que permite que se alcancen velocidades de hasta 350 kilómetros por hora. Un modelo, que por ahora sólo funciona en la línea Madrid-Barcelona y entre Albacete y Alicante, con el que el trayecto desde la capital leonesa hasta Madrid podría quedar en una hora y 35 minutos cuando el desarrollo sea óptimo. Nada que ver con las 3 horas actuales de un Alvia, ni las 3 horas y media que tarda un Intercity.
Pero antes, advierte Asegurado, como mínimo durante los 6 primeros meses de funcionamiento los AVE tendrán que operar con el sistema de seguridad Asfa 200, en el que la limitación se fija en 200 kilómetros por hora, por encima de los 160 kilómetros de tope actuales, y el trayecto se marca en una hora y 55 minutos. Un velocidad a la que ya circula durante las últimas semanas el tren laboratorio, que no volverá a León hasta finales de agosto para realizar la comprobación definitiva, como emplaza Javier González, responsable de los trenes laboratorio de Adif. Entre medias, explica, con las señalizaciones ya listas para operar y ajustar los enclavamientos, se harán las simulaciones comerciales y las circulaciones obligatorias que deben cumplir los cerca de 300 maquinistas de las áreas de León, Oviedo y Madrid para tener la validación de la línea.
Toda una lista de comprobaciones en las que se enmarcan las homologaciones de los intercambiadores que hay a las entradas de León: en el entorno del polígono industrial, donde harán los cambios los trenes que no paren en León en su trayecto con destino u origen en Asturias, y en las inmediaciones del estadio de fútbol, por donde pasarán todos los convoyes que tengan que desembarcar en la estación; dos infraestructuras que sirven para que, sin frenar, a una velocidad de entre 13 y 18 kilómetros por hora, se adapte la distancia de los ejes de los trenes para que desde la capital leonesa hacia el sur puedan ir en alta velocidad y, en dirección norte, se adapten al ancho ibérico actual en espera de que se ejecute la infraestructura AVE en todos los tramos.
La implantación de la alta velocidad «generará un aumento de la demanda de tráficos» tanto de los AVE como del resto, augura Asegurado, quien insiste en que «con el potencial de viajeros que tiene la línea a lo mejor nos asustamos». Como aval cita que «en Valladolid, Zaragoza y Puertollano» la puesta en funcionamiento ha supuesto «aumentos de hasta el 900%», a pesar de que las estimaciones más conservadoras de Adif hablan de que en León se duplicarán los cerca de 300.000 usuarios anuales que hay en estos momentos.
El rendimiento marcará la necesidad de duplicar o no la vía de alta velocidad en los 166 kilómetros de Valladolid a León, ya que ahora sólo la hay en 44 kilómetros en el entorno de Villada. Pese a este recorte, que obliga a acompasar más las circulaciones, el ERTMS nivel 2 también favorecerá que haya más trenes y a más velocidad por la línea, dado que se centra en un sistema de señales constantes entre los convoyes y el ordenador central que los frena en caso de saltarse señales o detectar peligro.






