El viaducto del Tajo, uno de los elementos constructivos más emblemáticos de las obras de la línea de Alta Velocidad Madrid-Extremadura, está a punto de finalizar su arco central como puede verse en la foto tomada por Adif a las 13.00 horas del pasado viernes. Esta infraestructura se caracteriza por la construcción de un gran arco central de hormigón de 324 metros de luz, situado en el embalse de Alcántara, que salva el río Tajo en una zona donde el cause se ensancha debido a la influencia del propio pantano.

Su hermano mayor , el viaducto sobre las aguas del Almonte, ya tiene cerrado el arco desde la madrugada del pasado 7 de agosto, cuando concluyó el hormigonado de la clave. Era la última dovela. De esta forma quedan listos los 384 metros totales del vano principal del viaducto, que se eleva sobre sus cimentaciones a una altura superior a 60 metros y sobre el nivel medio del embalse más de 100 metros. De hecho, cuando esté terminado se convertirá en el de mayor luz de todo el mundo en su tipología de un solo arco de hormigón para uso ferroviario de alta velocidad.

Una vez concluidos los arcos de estos viaductos, los trabajos se centrarán en la ejecución de los tableros superiores que permitirá alojar la plataforma de la doble vía de alta velocidad, así como otros elementos necesarios para el funcionamiento de la línea de ferrocarril. Ambas infraestructuras se encuentran dentro del subtramo Embalse de Alcántara-Garrovillas, de 6,3 kilómetros de longitud.