LaVozdeGalicia.es

16 noviembre 2015

Tren y autobús, dos mundos paralelos

Las dos estaciones de Pontevedra viven de espaldas a pesar de estar muy próximas

CRISTINA BARRALpontevedra / la voz, 15 de noviembre de 2015. Actualizado a las 05:00 h.

Hay usuarios que plantean la creación de una pasarela elevada para conectar las estaciones de ferrocarril (al fondo) y de autobús (derecha) de Pontevedra.AMPLIAR IMAGEN

CAPOTILLOHay usuarios que plantean la creación de una pasarela elevada para conectar las estaciones de ferrocarril (al fondo) y de autobús (derecha) de Pontevedra.

 

Como dos vecinos que viven al lado y apenas se hablan. La comparación puede servir para definir la relación de las estaciones de ferrocarril y de autobuses de Pontevedra. Las sinergias entre ambos servicios no existen en la ciudad a pesar de que están separados por escasos metros. Por lo que hablar de intermodalidad ni se plantea. La Voz recorrió ambas instalaciones el jueves por la tarde y el viernes por la mañana para recabar la opinión de usuarios y trabajadores.

El tren, especialmente para los viajes de media distancia entre Vigo y A Coruña, tiene más demanda. Solo en larga distancia la estación de Pontevedra registró 53.500 usuarios en el 2014, según Renfe. En general, los viajeros consultados dicen que hoy en día es la mejor opción en tiempo y comodidad. «Llegar a Vilagarcía en 15 minutos y a Santiago en poco más de treinta no lo haces en coche», comenta Pilar Rodríguez, que vino a Pontevedra al médico y está esperando el tren de las 11.30 horas para ir a Vilagarcía. Sí traslada una queja de una cuñada que trabaja en Povisa, en Vigo. Cuando sale a las 22 horas no tiene tren para volver.

Varias personas reclaman convoyes hasta medianoche y que se refuercen los del fin de semana, cuando hay más tránsito de estudiantes. En la estación de tren no se ofrecen siquiera los horarios de la de autobuses. La única mención es un cartel que indica su ubicación encima de la puerta de salida. En la de autobuses tampoco se difunden los horarios de los trenes. Son como dos mundos paralelos. Hay quien apunta que sería una medida fácil y barata, pero también quien discrepa, como una empleada de Renfe: «La gente ya no se aclara con los horarios aquí, y no digo la gente mayor, sino los jóvenes, como para poner los dos».

Hace tiempo que los horarios de trenes en papel pasaron a la historia. Quedan las pantallas o consultarlo en el móvil. El que tenga. Además de las ventanillas de venta de billetes, donde a veces se forman colas, también hay máquinas automáticas. «Aínda que son moi intuitivas, pouca xente as usa e poden ser unha alternativa cando hai esas colas as fins de semana», apunta Xaime, un usuario habitual del tren que trabaja en Santiago. Él usa el bus solo los fines de semana porque tiene más frecuencias.

Hay quien sostiene que las dos estaciones son como el hermano rico y el pobre. A pesar del lavado de cara que se le hizo recientemente a la vetusta estación de autobuses, con la sustitución de las escaleras mecánicas por ascensores y otras mejoras, se hace necesaria una reforma integral. «Eso fue un parche. Cuando hubo dinero no se hizo y ahora que no lo hay no se va a hacer», remacha resignada una empleada en la ventanilla de información.

Laura Torres está esperando a que la vengan a buscar en coche porque va a Cambados por Castrelo y perdió el autocar de las 20.30 horas, el último. En su caso no puede usar el tren, pero reclama más iluminación en el exterior de la estación de bus, donde hay gorrillas, y más frecuencias. «Ahora casi todo el mundo tiene coche y supongo que será porque hay pocos usuarios», afirma.

Llegar a pie a la estación de tren desde la de buses implica cruzar cuatro pasos de peatones. Algún usuario cree que una pasarela elevada sería una buena alternativa para mejorar la movilidad y reforzar la seguridad vial en una zona de mucho tráfico y que cuenta con una rotonda. Desde luego una solución más factible que la estación intermodal que proponía el PP de Telmo Martín en el año 2009 y que incluía el soterramiento de ambas estaciones. Otra petición es que se instalen aparcabicis en la zona.

Andrea Méndez espera a una amiga de Santiago para ir a Vigo. Si no fuera por eso hubiera elegido el tren, «que es más rápido». Esta joven de cerca de Sanxenxo que estudia en Zaragoza señala que la cafetería de la entrada le dio «algo de vida» a la estación de bus. Aunque más de uno recurre incluso a la palabra «miedo» si tiene que ir de noche.

Pin It