Feve ya pagó 150.000 euros a la familia holandesa afectada por un accidente en 2009

Jon Speckens reclama otros 22.000 euros por los daños que sufrieron él y su mujer en el descarrilamiento de Arobes, Parres

Cangas de Onís, J. M. CARBAJAL

La compañía ferroviaria Feve ya indemnizó con cerca de 150.000 euros al matrimonio holandés accidentado en el descarrilamiento del tren que hacía el trayecto Oviedo-Santander, acontecido el 23 de febrero del año 2009. De esa cantidad, 144.000 euros corresponden a la indemnización aceptada por Inge Hettema, que resultó herida de gravedad en aquel accidente, a la altura de la localidad parraguesa de Arobes, en tanto que su marido Jon Speckens, también herido en ese mismo suceso, fue indemnizado con poco más de 6.000 euros. Ahora, el matrimonio reclama a la firma otros 22.000 euros en concepto de los honorarios de abogados, gastos notariales y de viajes, costes de las traducciones, pérdidas e intereses.

Lo que más ha dolido al matrimonio de los Países Bajos es el trato que les ofreció en los meses posteriores al accidente la empresa Feve y, más concretamente, Amador Robles, uno de los responsables en aquel periodo de la firma de ferrocarril. «Estando yo -Inge- en el hospital herida de gravedad a causa del accidente nunca tuve el menor contacto con nadie de Feve. Ni una nota, un ramo de flores, una tarjeta, nada. Nadie se acercó a ver cómo estaba. En ningún momento se me ofreció ayuda sicológica de tipo alguno», relataron en una misiva que remitieron al departamento de reclamaciones de la compañía de vía estrecha.

Una vez pusieron el asunto en manos de su abogado, las cosas comenzaron a caminar para el matrimonio holandés, ya que transcurridos dos años del accidente recibieron una oferta de indemnización por parte de la compañía española. El principio de acuerdo indemnizatorio quedaba establecido en «la cifra de 144.472,46 euros para indemnizar los daños y perjuicios de la Sra. Ingrid y 6.492,86 euros para indemnizar los daños y perjuicios del Sr. Joannes, cantidades que les fueron ofrecidas formalmente y por escrito y que, según nos indica la aseguradora, se corresponden con el baremo de accidentes vigente en nuestra legislación», señaló la carta de contestación de Feve a los afectados.

Aun así, Jon Speckens consideraba exigua la cantidad que le ofertaban para los daños físicos y psicológicos y se quejaba de un trato discriminatorio, con respecto a otros accidentados, por parte de la compañía ferroviaria. La retahíla de abogados contratados y gastos diversos se iría incrementado paulatinamente para el matrimonio holadés. La mujer tuvo que someterse a tres operaciones en la mandíbula e incluso cirugía plástica, con constantes visitas a los especialistas. Aparte de las secuelas físicas y mentales que nos han quedado, también debemos correr con todos los gastos que el accidente generó», explicaban en la misiva enviada al servicio de reclamaciones.

Tras ese largo calvario, ahora Jon Speckens deberá desplazarse a España a finales del presente mes de diciembre para acudir al juicio que se celebrará en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís. La vista debía celebrarse esta semana que viene, pero quedó pospuesta al día 27.