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3 abril 2013

La tragedia del metro

Un maquinista desvela un tercer descarrile del tren del accidente ´a 30 km por hora´

FGV negó al perito judicial y a la jueza que investigó la tragedia que la UTA 3736 hubiera sufrido descarrilamientos previos

03.05.2013 | 01:16

 

Laura Ballester | Valencia Un maquinista de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) asegura a Levante-EMV que la UTA 3736, la que se vió implicada en el accidente del metro del 3 de julio de 2006 en el que fallecieron 43 personas, se vio implicada en un tercer descarrilamiento entre Alberic y Villanueva de Castellón, en 1998. «En ese tramo, antes la vía estaba muy mal. El descarrilamiento se produjo a doscientos metros de Alberic, en una curva que tenía una limitación temporal de velocidad a 50 kilómetros por hora (km/h). Pasé a 30 km/h pero, de forma sorprendente, el tren descarriló un poco. No hubo ni heridos porque aquel día sólo llevaba uno o dos pasajeros». Aquel incidente se saldó sin mayores consecuencias. «Avisé al puesto de mando, se llevaron a los viajeros y vinieron a por mi. El miedo que yo tenía era que creyeran que iba rápido, pero después comprobaron la caja negra de la unidad y comprobaron que reflejaba una velocidad de 30 kilómetros por hora».

El maquinista asegura que nunca llegaron a averiguar «a qué se debió el descarrilamiento, si a la vía o a la unidad, aunque en general, las UTA eran bastante lamentables. No eran unidades preparadas para un metro».

La importancia de este testimonio reside en que FGV aseguró al perito judicial que reconstruyó las circunstancias del accidente del metro y al juzgado que debía investigar el siniestro que la UTA 3736 «no había sufrido descarrilamientos anteriores», como consta en el expediente judicial. Inexplicablemente la titular del juzgado de instrucción número 21 de Valencia, Nieves Molina, no consideró «relevante» esta mentira de FGV y ni siquiera se preocupó de solicitar los antecedentes del tren accidentado, tal como solicitaron varios letrados de las familias de las víctimas.

De hecho, el primer auto de archivo de la investigación, de 21 de marzo de 2007, llega a asegurar: «sin que conste la existencia de antecedentes del descarrilamiento en el histórico del material UTA 3736, siendo las incidencias de materia leve».

Pero lo cierto es que las imágenes dejan en evidencia a los responsables de FGV. La UTA 3736 descarriló por primera vez, según ha podido contrastar este periódico en documentación de FGV y en las fotos del archivo de Levante-EMV, el 5 de noviembre de 1994 entre Massarrojos y Moncada por «una rotura de la banda de rodadura de la unidad».

El segundo descarrilamiento sería el que desvela hoy Levante-EMV, entre Villanueva de Castellón y Alberic, en 1998. Y el tercer accidente de la tristemente famosa UTA 3736 se produjo el 30 de junio de 2003, a la entrada del apeadero de Realón, «por la rotura de bandaje del eje del bogie trasero de la unidad 3736», según el registro de accidentes de 2003 que elabora la dirección de operaciones de FGV.
Según el secretario general del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF), Jorge Álvarez, «es importante saber por qué descarriló la UTA 3736 en cada momento. De los tres descarrilos el que más relación tiene con el accidente de Jesús fue el de Alberic. Nunca se supo el motivo por el que descarriló la UTA. Nunca se supo por qué saltó en una curva con un radio cerrado».

Desde FGV ya negaron que los dos primeros descarrilamientos desvelados por este periódico tuvieran relación con el accidente del 3 de julio de 2006 porque «se cambiaron los bogies de la unidad»

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