Unos doscientos trabajadores de los servicios de restauración y catering en trenes se han manifestado en el exterior de la estación de Atocha, aprovechando la inauguración del AVE 'Madrid-Alicante' con la intención de protestar por las nuevas condiciones para la licitación del servicio. En concreto, los sindicatos han denunciado que Renfe prevé reducir más de un 20% el presupuesto destinado a los servicios de abordo en los ferrocarriles. Esto, según las centrales sindicales, podría ocasionar la perdida de 500 empleos en toda España, de los cuales 400 pertenecerían a Madrid.

El 4 de junio, el consejo de administración de Renfe aprobó los nuevos pliegos, cuyas condiciones recogen un importante tijeretazo. Mientras el servicio vigente, que actualmente disfruta la empresa Cremonini, detenta un presupuesto de 120 millones al año, el nuevo contrato sólo contará con 65 millones para los próximos cuatro años.

En palabras del Miguel Ángel Escolano, responsable del sector ferroviario de UGT de Madrid, la merma presupuestaria conllevará "una reducción importantísima de la plantilla", al tiempo que asegura que cualquier recorte en el servicio producirá un descenso en la calidad del servicio que se presta.

De su lado, Tomás Núñez, delegado de CCOO en Cremonini ha advertido de que si Renfe no aparca sus intenciones, los sindicatos mantendrán las movilizaciones, e incluso podrían convocar una huelga.