El último tren pasó por la estación el 18 de marzo del 2011 y se llevó por delante para siempre la barrera del Crucero. Un hito del que ya se cumplen más de 28 meses y que dejó inservible, una vez que se ejecutó la prolongación de Ordoño II hasta Doctor Fleming, más de 34.000 metros cuadrados. Un área que desde entonces acumula basura y óxido, sumido en el abandono en el que se ha instalado todo el proyecto de integración del AVE: dejado de la mano por el PSOE antes de la salida del Gobierno de Zapatero y anulado ahora por el PP. La desidia en la que se mantienen el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), a pesar de las peticiones del Ayuntamiento de León, que le reclama ahora que elimine las vías y la catenaria y adecente estos terrenos en espera de definir su uso. Una propuesta ante la cual el departamento dependiente del Ministerio de Fomento se despacha sin compromiso, con un simple «se analizará y valorará», rematado con la coletilla de que en todo caso «se ejecutará en función de las disponibilidades presupuestarias», según trasladaron desde la dirección de comunicación del organismo.

Esta indefinición deja en medio de la ciudad la mancha ferroviaria condenada a ejercer funciones de desguace. El espacio en el que Adif acumula vías, maderas y áridos, mientras crece la maleza alrededor, sin ningún uso ferroviario. El estado en el que quedó justo después de cortar las circulaciones, a pesar de lo cual la catenaria se mantiene con tensión. Una conexión de 3.000 voltios que es innecesaria, dado que el circuito se mantiene con el triángulo de subestaciones eléctricas que se ejecutaron: Villabalter, Quintana de Raneros y el refuerzo de Torneros.

Si no hay problemas para la retirada de la catenaria, mucho menos para las vías, que están desmontadas y amontonadas sin ningún concierto en medio de la estación. La imagen de dejadez que se puede observar desde la prolongación de Ordoño II y el pequeño pasillo peatonal que se abrió por el lugar donde estaba la pasarela de los Quebrantos. Los dos únicos beneficios para los ciudadanos, junto con la supresión del paso a nivel del Crucero, que ha registrado la ciudad dentro de la integración del AVE, más allá de la entrada en funcionamiento del Enlace Sur y la estación provisional. Una situación que el consistorio quiere paliar mediante la liberación de estos terrenos para poder plantear algún uso público a corto y medio plazo, en vista de que Fomento ya ha recalcado que no habrá soterramiento hasta que la situación económica mejore.

Mientras ese largo plazo llega, el grupo de trabajo constituido por los ayuntamientos de León y San Andrés, la Junta y el Fomento —después de que se liquidara la sociedad de integración— todavía no ha aprobado ninguna actuación concreta en las dos reuniones mantenidas. Encuentros en los que Adif se ha limitado a escuchar con el mismo argumento de respuesta: «Se ejecutarán en función de las disponibilidades presupuestarias». Pero no se hace nada, salvo poner en alquiler la planta baja de la estación para sacar dinero.