DiariodeLeón.es

7 enero 2014

2014, odisea en el tren

Decenas de pasajeros de la línea Vigo-Barcelona padecen un rocambolesco viaje que empieza con un desprendimiento en Galicia, sigue con un viaje en autobús de León a Burgos y concluye con una avería.

miguel ángel zamora | león 05/01/2014

 

Alrededor de un centenar de viajeros procedentes de la estación de Renfe en León sufrieron una auténtica odisea para llegar a su destino en Barcelona Sants en la madrugada del sábado, como consecuencia de las múltiples incidencias que padecieron en el transcurso de su viaje. Un retraso en la salida, un desplazamiento en autobús a Burgos, una avería de la locomotora y la negativa a recoger sus reclamaciones convirtieron el desplazamiento en una pesadilla.

Según relataron a este periódico varios de los viajeros afectados, el asunto comenzó a las doce de la noche, cuando quince minutos antes de la hora prevista de salida del convoy, se anunció al grupo de expedicionarios que por culpa de un desprendimiento en Galicia la máquina no había podido pasar.

«Hemos estado buscando información por todas partes y no tenemos constancia de que haya habido ningún desprendimiento. Y lo peor es que nos consta que ya tenían conocimiento desde las seis de la tarde de que el tren no iba a llegar a León y no nos dijeron nada», protestó ante este periódico una de las afectadas.

Renfe ofreció a los viajeros desplazarse a Burgos en autobús y una vez allí, tomar el siguiente enlace para continuar el trayecto. «Tuvieron que poner dos autocares, así que no éramos cuatro gatos», significó Almudena, una de las usuarias del Tren Hotel, que teóricamente sale de La Coruña a las 17.49 horas y que anunciaba su llegada supuesta a la capital catalana a las 8.49 horas.

Según los horarios normales, tiene que salir de Burgos a las 2.15 de la madrugada. Cuando quisimos arrancar eran ya las 4.30 de la madrugada y de por medio, mis dos hijas (niñas de seis y nueve años) se pasaron todo el trayecto a Burgos vomitando. Precisamente no viajamos por carretera para evitar los mareos y de esta forma además de tragarnos el viaje, lo tuvimos que hacer de noche. Una locura, de verdad. Es tremendo cómo se pueden complicar las cosas en un momento...», lamentó una de las afectadas.

No terminó ahí el asunto. Pocos kilómetros después de haberse puesto en marcha la comitiva, de nuevo surgió una incidencia. La maquinaria se detuvo por culpa de una avería y fue necesario volver a esperar antes de poder reanudar la marcha. Con cuatro horas de retraso sobre los horarios inicialmente previstos, el tren alcanzó su objetivo de llegar a Barcelona Sants.

Pero todavía faltaba una sorpresa más: «Fuimos a las oficinas de Renfe para presentar la correspondiente reclamación y los operarios nos dijeron que no podían tramitarla hasta que no hubieran pasado 24 horas de la incidencia. ¡Ya es lo que nos faltaba!. Hemos llamado a los Mossos d’ Esquadra y nos han dado la razón. Les han obligado a admitirnos la reclamación y ahora continuamos nuestro trayecto», explicó Almudena antes de cerrar su largo periplo navideño.

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