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12 febrero 2014

GUn aviso mucho más relevante que el más reciente del jefe de maquinistas de Ourense

12 de febrero de 2014 

El documento aportado por la defensa del maquinista en la causa del accidente del Alvia es quizás más relevante que la advertencia que hizo a sus superiores el jefe de maquinistas de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, el 26 de diciembre del 2011, prácticamente con los mismos presupuestos de seguridad que orientaron el informe elaborado hace doce años analizando «minuciosamente todas las incidencias de circulación».

Se trata de un documento que en realidad estaba buscando el juez Luis Aláez en sus últimos autos, cuando intuía que algo debía esconderse tras los argumentos que sustentaron que las limitaciones temporales de velocidad sí llevaran balizas de frenado asociadas y las permanentes no. Pidió todo tipo de informes al ADIF relacionados con este asunto, pero sin demasiado éxito.

 

Vocación de futuro

Pero es que además el informe remitido por el entonces director de operaciones de Renfe, Alfredo Durán Alonso -hoy gerente en la zona sur-, tenía vocación de ser aplicado a otros lugares que, como Puertollano, obligaba a los maquinistas a bruscas reducciones de velocidad que podían obviarse por un despiste. «Este informe ha recogido aquellas cuestiones que deberían abordarse con cierta urgencia, e inicia la posibilidad de estudiar otras muchas, de cuya experiencia se deduzcan posibles actuaciones a llevar a cabo no solo para mejorar la seguridad en la línea Madrid-Sevilla, sino en las futuras líneas de alta velocidad que se construyeran». Desgraciadamente, este deseo no se cumplió, ni siquiera para la entrada a la estación de Puertollano. Tan solo se tuvo en cuenta una recomendación sobre los cartelones que anunciaban la transición entre sistemas de seguridad.

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