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12 febrero 2014

ASTURIAS

Diez años de la primera dovela... y 3.000 millones después, la variante sigue sin terminar

12.02.14 - 00:22 - 

 

Diez años de la primera dovela... y 3.000 millones después, la variante sigue sin terminar

Fernández y Morán observan cómo el ministro pone cemento a la urna con los periódicos. :: E. C.

-Aquel día se anunciaba un viaje Gijón-Madrid que en 2010 se haría en dos horas y media. Hoy el tren aún necesita cinco horas y veinte minutos

El 11 de febrero de 2004 el Príncipe Felipe estaba por casar, Gijón carecía de Acuario y Oviedo derribaba el viejo Carlos Tartiere soñando con lucir un Calatrava en su urbanismo. El nuevo HUCA buscaba constructor que lo levantase y la ampliación de El Musel se mantenía como ambición de futuro. Los asturianos pagaban 8,95 euros por cruzar el Huerna en coche y, desde hacía mes y medio, podían darse el gusto de viajar a Madrid sin jugársela por la Nacional, gracias a la entrada en servicio de Onzonilla-Benavente, último tramo de las vías de alta capacidad a la capital.

La economía bullía y la región estaba sembrada de obras. En unos días, Gijón y Villaviciosa se unirían en autovía, mientras al Occidente toda la A-8 entre Tamón y Galicia estaba en ejecución o tramitación. La realidad permitía encarar con optimismo el horizonte, ánimo que aquella mañana propiciaba una cita con la Historia. Tras más de dos décadas de debates, la variante de Pajares echaba a andar, guiada por técnicos que aseguraban que en 2010 el viaje Gijón-Madrid se haría en dos horas y media en ferrocarril. El AVE que los discursos comprometían para Asturias era un avance que entonces sólo conocido en el eje Sevilla-Madrid-Lérida.

El ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos y el de Economía, Rodrigo Rato, colocaban el primer semiarco de la infraestructura en Pola de Gordón y el segundo en Los Pontones. «Esto ya no tiene marcha atrás porque los presupuestos están consignados y las obras licitadas», asentó el primero, consciente quizás de que los sondeos no garantizaban al PP la mayoría absoluta en los comicios nacionales a celebrar un mes después. Asturias «nunca había tenido una oportunidad» y las dos legislaturas de José María Aznar le daban por fin la opción de convertirse en «locomotora» del desarrollo económico del país, refrendaba Rato. Su colega matizaba que «las infraestructuras son necesarias, pero no suficientes», que por las autovías «llegan las cosas, pero también se van, porque son de doble sentido» así que lo que tocaba era poner fin a «la política del agravio comparativo. Este es ya un territorio de oportunidades». Los socialistas habían solicitado sin éxito que la Junta Electoral impidiera el evento y su representación al mismo se limitó al alcalde de Lena, un Hugo Alfonso Morán al que no le dolían prendas para «agradecer al ministro» su impulso a una «obra largamente esperada».

Desde que Renfe hiciera en 1984 el primer estudio de la variante, la misma es un símbolo de prosperidad futura para Asturias. Una década, 3.000 millones de inversión y 252.684 dovelas después de aquella mañana, sigue en obras, pendiente de la solución a las filtraciones y los deslizamientos de ladera para comprobar si, esta vez sí, la idea de ponerla en servicio a finales de 2015 es la buena.

El Príncipe es padre de dos infantas, Gijón tiene Acuario y el Calatrava de Oviedo es una realidad bajo sumario judicial. El AVE circula en 21 provincias y el tren viaje Gijón-Madrid requiere por cierto cinco horas y veinte. Hay cosas que han cambiado en Asturias, otras no, y la fotografía de la dovela deja ejemplos de ambas. Álvarez-Cascos lidera hoy Foro Asturias y arremete contra un PP que en Asturias está liderado por la entonces delegada del Gobierno y fiel aliada, Mercedes Fernández. Rodrigo Rato asesora a Telefónica tras dirigir el Fondo Monetario Internacional y ser descabalgado de Caja Madrid.

El entonces concejal y senador Javier Sopeña se emplea como director de Nuevos Desarrollos de Hunosa y, junto a Rato, es el único de la fotofuera ya de la primera línea política. Ovidio Sánchez, presidente de los populares asturianos, anda destinado a la Cámara Alta. Pelayo Roces era entonces diputado en la Junta General por parte del PP y hoy lo sigue siendo, pero en nombre de Foro. El único que conserva escaño y partido es Aurelio Martín, representante de IU.

 

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