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24 febrero 2014

Ellos no pierden el tren

Alrededor de ochenta personas participan en un viaje reivindicativo para exigir mejoras en las frecuencias ferroviarias y criticar el cierre de estaciones y el desmantelamiento de líneas

Antares Pérez A Coruña 24.02.2014 | 

Temen que el progresivo desmantelamiento de las líneas, el recorte de frecuencias y el cierre de apeaderos culminen con la desaparición de los caminos de hierro. Para reivindicar un "transporte público, social y de calidad" casi un centenar de personas convocadas por la Plataforma en Defensa do Tren da Coruña y As Mariñas se dieron cita a las 11.00 horas en San Cristóbal para enrolarse en un viaje reivindicativo que les llevó hasta el apeadero de Cambre y de ahí de vuelta a A Coruña.

Bajo el lema Lucha para que no te roben el tren, alrededor de ochenta personas se subieron al vagón de resistencia contra el plan de racionalización de servicios ferroviarios de media distancia que impulsa el Ministerio de Fomento y que, en opinión de la plataforma, "amenaza gravemente el sistema ferroviario", al abocar al cierre a las estaciones con bajo índice de uso y recortar los servicios en otras "hasta el punto de hacer inviable su utilización".

El colectivo denuncia que la rentabilidad del tren no puede medirse exclusivamente con criterios económicos y lamenta que su futuro se vea inmerso en un círculo vicioso en el que el progresivo desmantelamiento de líneas y estaciones provoca una disminución de usuarios utilizada para justificar más recortes. La plataforma critica que el "ingente esfuerzo inversor" en el AVE sirva de "coartada" para abandonar el ferrocarril convencional, "de más potencialidad, funcionalidad y utilidad para la mayoría social".

La eliminación de estaciones como la de Cecebre, la "drástica reducción" de las líneas de A Coruña-Ferrol o A Coruña-Lugo son, denuncian, algunas de las causas de la progresiva pérdida de viajeros. El único modo de lograr que los antiguos caminos de hierro resulten rentables, económica y socialmente, pasa en su parecer por crear un servicio de proximidad entre A Coruña y Ferrol con más horarios y frecuencias.

El uso del tren de cercanías supondría, en su opinión, una alternativa a la saturación de las infraestructuras viarias y contribuiría a reducir el impacto ambiental del abuso del vehículo privados en los desplazamientos por la comarca de As Mariñas. Entre otras mejoras, la plataforma exige más conexiones en la línea A Coruña-Lugo, que permita una mayor vertebración de localidades interiores como Oza-Cesuras, Rábade o Guitiriz. El colectivo reclama también que en un futuro próximo se construyan nuevas infraestructuras que completen el mapa del ferrocarril, entre otras la línea A Coruña-Arteixo-Carballo. Obras imprescindibles, advierten, para no perder el tren.

La conexión por tren a Langosteira sigue sin fecha. El puerto exterior ha arrancado su actividad sin que se conozca el trazado de la vía ferroviaria, que carece aún de plazos de ejecución pese a la unanimidad política a la hora de calificar de "imprescindible" este enlace. La plataforma en defensa del tren alertó ayer de la imperiosa necesidad de dotar al puerto exterior de conexión ferroviaria. No es el único enclave estratégico que necesita mejorar sus comunicaciones. El colectivo apeló también al aeropuerto de Alvedro. Las localidades del área metropolitana que han registrado un elevado crecimiento demográfico son otros de los puntos a los que apunta la plataforma para exigir nuevas estaciones. Entre otras, A Barcala o Guísamo. La mejora de las frecuencias y horarios es, en su opinión, el único modo de hacer rentables apeaderos como el de la Universidad, "en el que se invirtió mucho dinero", recalcan.

Alcaldes de la comarca que han visto como decae el servicio ferroviario con la disminución de frecuencias y el cierre de estaciones han manifestado sus reivindicaciones del colectivo. Son demandas apoyadas por toda la Corporación de municipios como Miño, Cambre o Oza-Cesuras, entre otros. Para conseguirlo, la plataforma incide en la necesidad de realizar inversiones para mejorar las líneas y modernizar los sistemas.

No hay una frontera clara que marque dónde acaba A Coruña y empieza Arteixo. El deslinde se resiste. La frontera, difusa, se hace palpable en el bus urbano que pasa de largo ante los vecinos de Meicende. Los residentes en esta localidad reclaman desde hace años que este medio de transporte público opere en su municipio. La parada depende de un convenio entre la Xunta y el Concello una vez entre en vigor la ley de racionalización administrativa. El Gobierno gallego anunció a finales de 2013 que el autobús pararía en Meicende a principios de este año. Todavía no hay una fecha en el calendario. Tampoco para la reclamación del Consorcio de que el transporte metropolitano llegue al centro.

El transporte interparroquial es una antigua reivindicación de los residentes en el área metropolitana. La carencia de medios de transporte público obliga a utilizar el coche para todos los desplazamientos desde los núcleos al centro del municipio. Una dependencia que complica la movilidad de las personas mayores que residen en el rural y que se ha visto agravada por los recortes en el servicio de transporte adaptado. Otra antigua demanda que se resiste es un servicio de transporte que comunique las poblaciones con los polígonos industriales.