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4 noviembre 2013

ORDUÑA

ORDUÑA MARCÓ EL RUMBO DEL TREN HACIA BILBAO

El carácter comercial y de cruce de caminos de la ciudad fue decisivo a la hora de elegir, hace 150 años, la entrada a Bizkaia del ferrocarríl

02.11.13 - ALBA CÁRCAMO / ORDUÑA

 

Camino de Santiago, Aduana, ruta de tránsito de la lana de la meseta hacia el puerto&hellip La comarca estuvo antaño dibujada por una gran actividad comercial. Aunque si algo marcó un antes y un después en la zona eso fue el tren. Y es que la primera conexión ferroviaria de Bilbao entró hace 150 años precisamente junto al Nervión. Concretamente, por Orduña.

Ahora, un libro recuerda la irrupción de este medio de transporte en Bizkaia. 'Ferrocarril de Tudela a Bilbao. Historia de una ambición bilbaína', conmemora esta efeméride -la primera locomotora arrancó el 1 de marzo de 1863- en un momento en el que los trenes siguen estando de actualidad con el proyecto de la 'Y' vasca. Si bien, como su puesta en funcionamiento se visulmbra a años de distancia, viene bien despertar la memoria en torno a aquella red pionera -de la que queda poco más que el recorrido-, y que se había abandonado al olvido.

De hecho, apenas pervive, en la estación de Abando, una de las locomotoras que cambiaron el rumbo de la comarca. Entre las ocho que se bautizaron aquella mañana inaugural, una incluso se llamaba Orduña. Buena muestra de que no sólo el capital privado de Bilbao hizo posible esta empresa. La comarca aportó dinero para sacar adelante un proyecto que incrementó el empleo y las transacciones comerciales.

Ese lejano día dio un giro al futuro de las tierras bañadas por el Nervión y aplacó los miedos de los más pudientes, que se lanzaron a la carrera ferroviaria ante el temor de que las conexiones de otras ciudades terminasen con la bonanza económica del Cantábrico. Se despidieron de las diligencias para dar paso a las máquinas de hierro y llegaron a ganar a capitales como Vitoria en materia de transportes.

Pese a que ya la zona estaba conectada con Castilla por la carretera que va a Pancorbo, ese hito ferroviario fue lo que «motivó un proceso industrializador de la comarca», comenta Carmelo Zaita, autor del libro y para quien «la revolución del tren empezó agilizando el transporte». Los primeros viajes tardaban sólo «una hora y cuarto» en salvar los 40 kilómetros con apenas tres paradas -Arrigorriaga, Areta y Amurrio-.

La 'aduana' de Basauri

Pero, aunque trasportaba viajeros, su gran éxito radicó en las mercancías. «Había muchas ferrerías y podían sacar su producto y recibir el carbón que llegaba al puerto», señala el experto. Incluso generó ingresos a las arcas forales a través del paso aduanero de Kareaga -actual estación de Basauri- ya que había que pagar por cruzar el río.

150 años después -y muchas más estaciones-, sigue siendo parte imprescindible en las vidas de los vecinos de los municipios que atraviesa la línea C3. Es más, cada día, traslada a 18.000 usuarios. Aunque para los ayuntamientos, las instalaciones se han quedado obsoletas. Ascensores, recortar la distancia entre los andenes y los vagones, eliminación de ruidos... Las demandas para mejorar esta red pionera no cesan.

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