Primero fueron los vecinos de la Gran Vía y Fernando el Católico quienes alzaron la voz ante las molestias generadas por el paso del tranvía. Posteriormente, la llegada de las obras y los convoyes a las calles más céntricas pusieron a prueba la resistencia de los edificios más históricos. Y ahora, son los vecinos de Parque Goya los que comienzan a protestar.

“Desde que empezaron las obras, el tranvía solo nos ha traído ruido y grietas a nuestra casa”, lamenta Beatriz A., residente en un primero de la avenida de Majas de Goya de la capital aragonesa. Esta joven ya se ha puesto en contacto con su comunidad de vecinos para instalar doble ventana.

“Las pruebas comienzan a las cinco de la madrugada y ya no puedes pegar ojo”, critica y teme el momento en que “comience la línea a funcionar, porque aún pasarán más”. Por ello, varios vecinos de la zona van a solicitar a la Policía Local la medición de los ruidos para saber si vulneran la ley.

“Queremos ponernos en contacto con los vecinos de Gran Vía para saber cómo actuaron ellos y si les sirvió de algo”, señala recordando las denuncias presentadas por este motivo en la primera fase de la implantación del nuevo medio de transporte.

Sin embargo, desde la empresa que gestiona los tranvías de la ciudad recuerdan que “el ruido desciende drásticamente con el uso de las vías, como ya ocurrió en la primera fase”. Además, puntualizan que las mediciones realizadas en zonas como Gran Vía indican que en la actualidad hay menos ruido que antes de la llegada de los convoyes.

Medidas correctoras

Desde la sociedad que explota el servicio aseguran que se realizarán mediciones “de ruido y de vibraciones cuando acaben las pruebas y se aplicarán medidas correctoras si fuera necesario”. Así se hizo en la entrada al barrio de Valdespartera, donde hubo que instalar un punto de engrase (el convoy suelta un lubricante al pasar por encima) para reducir el ruido generado a su paso.

Por otro lado, han aparecido las primeras grietas en las fachada de edificios de la zona. Los técnicos están analizando si son motivo de las obras y el paso de los convoyes o por alguna otra circunstancia, aunque los vecinos lo tienen claro. “Los pisos son nuevos y antes de las obras no había grietas y ahora sí”, apunta Beatriz.

Semáforos y arbolado

De cualquier forma, desde la Asociación de Vecinos Parque Goya destacan el “importante servicio” que se va a prestar al barrio, que “nos acercará al Centro”, en palabras de su presidente, Chesús Barrena.

Lamentan en todo caso que la línea del tranvía “se ha llevado por delante el precioso paseo que había en el paso subterráneo de avenida de Majas de Goya” por lo que han solicitado “como compensación la plantación de árboles” y exigirán el “acondicionamiento y mantenimiento de las zonas verdes trasformadas por las obras para evitar que pase como en la primera fase del tranvía, las cuales han quedado en un estado lamentable”.

En cuanto a la regulación de los semáforos en el barrio “queda esperar a la mejora de la coordinación de los mismos para evitar los atascos que ahora se producen”. Como recompensa a “tantas molestias”, Barrena asegura que “se mejora la movilidad de nuestro barrio”.